ARTÍCULO DE ESTUDIO 46
CANCIÓN 17 “ Quiero”
Jesús es un Sumo Sacerdote compasivo
“No tenemos a un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades” (HEB. 4:15).
TEMA
Por qué podemos decir que Jesús es un Sumo Sacerdote compasivo y de qué maneras nos ayuda hoy en día.
1, 2. a) ¿Para qué envió Jehová a su Hijo a la Tierra? b) ¿Qué analizaremos en este artículo? (Hebreos 5:7-9).
HACE unos 2.000 años, Jehová envió a su Hijo más querido a la Tierra. ¿Para qué? Entre otras cosas, para liberar a la humanidad de la maldición del pecado y la muerte y para deshacer todo el daño causado por Satanás (Juan 3:16; 1 Juan 3:8). Jehová también sabía que las vivencias de Jesús como humano lo prepararían aún más para ser un Sumo Sacerdote que se compadezca de nosotros, es decir, que nos trate con compasión y empatía. Jesús empezó a servir como Sumo Sacerdote tras su bautismo, en el año 29.a
2 En este artículo analizaremos cómo lo que Jesús vivió en la Tierra contribuyó a que fuera “perfeccionado” para su papel, es decir, a que estuviera más capacitado para ser un Sumo Sacerdote compasivo. Es importante que comprendamos bien esto porque así nos será más fácil acercarnos a Jehová y orarle, incluso cuando nos sintamos desanimados por nuestros pecados o debilidades (lea Hebreos 5:7-9).
EL HIJO MÁS QUERIDO DE DIOS VIENE A LA TIERRA
3, 4. ¿Qué cambios afrontó Jesús cuando vino a la Tierra?
3 Muchos de nosotros experimentamos cambios en la vida, como por ejemplo tener que mudarnos de un lugar en el que estábamos a gusto y dejar atrás a nuestra querida familia y amigos. Esos cambios son difíciles; pero los cambios que tuvo que hacer Jesús no tienen comparación con los que haya hecho ningún ser humano. De todos los hijos espirituales de Dios, él tenía el lugar más destacado. En el cielo, vivía rodeado del amor de Jehová y siempre estaba feliz de servir a la “derecha” de su Padre (Sal. 16:11; Prov. 8:30). Sin embargo, Filipenses 2:7 muestra que con gusto “dejó todo lo que tenía” para vivir en la Tierra entre seres humanos imperfectos.
4 Además, pensemos en cómo fueron los primeros años de Jesús en la Tierra. Él nació en una familia pobre, como lo indica el hecho de que sus padres ofrecieran un sacrificio humilde cuando él nació (Lev. 12:8; Luc. 2:24). Por otro lado, en cuanto el malvado rey Herodes se enteró de su nacimiento, quiso acabar con la vida de Jesús. Para evitarlo, huyeron a Egipto y vivieron como refugiados un tiempo (Mat. 2:13, 15). ¡Qué cambio de vida tan drástico!
5. ¿Qué vio Jesús cuando estuvo en la Tierra, y cómo lo preparó eso para ser Sumo Sacerdote? (Vea también la imagen).
5 Durante su vida en la Tierra, Jesús vio a muchas personas sufrir. Vivió el dolor de perder a seres queridos, incluso por lo visto a su padre adoptivo, José. Durante su ministerio trató con personas que tenían lepra, que eran ciegas, que estaban paralíticas o que estaban de duelo por haber perdido a un hijo, y sintió compasión por todas ellas (Mat. 9:2, 6; 15:30; 20:34; Mar. 1:40, 41; Luc. 7:13). Es verdad que en el cielo había visto a las personas sufrir, pero estando en la Tierra y siendo humano pudo verlo desde otra perspectiva (Is. 53:4). Lo que experimentó hizo que entendiera mejor los sentimientos, las frustraciones y las penas de la humanidad. Sintió en carne propia la misma angustia, cansancio y tristeza que todos nosotros.
Jesús estaba pendiente de los sentimientos de las personas y le dolía profundamente verlas sufrir. (Vea el párrafo 5).
JESÚS TRATA A LAS PERSONAS CON EMPATÍA
6. ¿Qué nos enseñan las comparaciones que usó el profeta Isaías? (Isaías 42:3).
6 Durante su ministerio, Jesús trató con extraordinaria empatía a los débiles y desfavorecidos. De esa manera, cumplió una profecía que Isaías escribió por inspiración. En las Escrituras Hebreas a veces se dice que las personas fuertes y prósperas son como jardines fértiles y árboles majestuosos (Sal. 92:12; Is. 61:3; Jer. 31:12). En cambio, se compara a los pobres y oprimidos con cañas que están quebradas y mechas que apenas arden, cosas que son de poca utilidad para la gente (lea Isaías 42:3). Con esas comparaciones, Isaías predijo que Jesús trataría con mucho amor y compasión a las personas que el resto de la gente consideraba de poco valor.
7, 8. ¿Cómo cumplió Jesús la profecía de Isaías?
7 Mateo le aplicó a Jesús las palabras de Isaías: “No romperá la caña que está quebrada ni apagará la mecha que apenas arde” (Mat. 12:20). Muchos de los milagros de Jesús beneficiaron a los maltratados o a quienes tenían pocas esperanzas de que su situación mejorara. Pensemos, por ejemplo, en el hombre que estaba cubierto de lepra. ¿Habría perdido la esperanza de recuperar su salud y de estar de nuevo con su familia y amigos? (Luc. 5:12, 13). O recordemos al sordo que además tenía dificultades para hablar. ¿Cómo se sentiría al ver a los demás teniendo conversaciones animadas en las que él no podía participar? (Mar. 7:32, 33). Pero la cosa no acababa ahí.
8 En los días de Jesús, muchos judíos creían erróneamente que las enfermedades y las discapacidades eran un castigo por los pecados de la persona o los de sus padres (Juan 9:2). Por eso las personas enfermas o con alguna discapacidad solían ser marginadas. Pero Jesús las sanó y reavivó su esperanza en Dios, cumpliendo así la profecía de Isaías. ¿Qué nos enseña esto a nosotros?
9. ¿Cómo enfatiza Hebreos 4:15, 16 que Jesús es un Sumo Sacerdote compasivo?
9 (Lea Hebreos 4:15, 16). Podemos estar seguros de que Jesús se compadece de nosotros. La palabra griega que se tradujo “compadecerse” da la idea de sentir en carne propia la tristeza y el dolor de otra persona. Es interesante que en Hebreos 10:34 Pablo usó esa misma palabra cuando habló de mostrar compasión por los que están en prisión. Los relatos de los milagros de Jesús revelan que le dolía profundamente el sufrimiento de los demás. No los curaba por un simple sentido del deber, sino porque se preocupaba sinceramente por ellos y quería ayudarlos. Por ejemplo, pudo haber curado al hombre con lepra a la distancia. Pero en lugar de eso lo que hizo fue tocarlo. Probablemente era la primera vez que alguien lo tocaba en muchos años. También fue muy considerado con el hombre sordo, pues lo apartó del ruido de la multitud y lo sanó en privado. Y, cuando un fariseo despreció en su interior a una mujer arrepentida que le lavó los pies a Jesús y se los secó con su cabello, Jesús la defendió con firmeza (Mat. 8:3; Mar. 7:33; Luc. 7:44). Él jamás evitó a quienes estaban enfermos o habían pecado gravemente. Al contrario, los recibió con los brazos abiertos y los trató con compasión. Estamos totalmente convencidos de que hace lo mismo con nosotros.
IMITAMOS A NUESTRO SUMO SACERDOTE
10. ¿Con qué contamos para ayudar espiritualmente a las personas sordas y a las ciegas? (Vea también las imágenes).
10 Como queremos seguir fielmente los pasos de Jesús, nos esforzamos por mostrar amor, empatía y compasión (1 Ped. 2:21; 3:8). Es cierto que no podemos curar a las personas sordas o ciegas, pero sí podemos ayudarlas espiritualmente. Por ejemplo, nuestras publicaciones están disponibles en más de 100 lenguas de señas. Además, contamos con publicaciones en braille para más de 60 idiomas y con videos que incluyen audiodescripciones en más de 100 idiomas. De esa manera, las personas sordas y las ciegas pueden acercarse a Jehová y a su Hijo.
Nuestras publicaciones están disponibles en más de 1.100 idiomas.
Izquierda: En más de 100 lenguas de señas.
Derecha: En más de 60 idiomas en braille.
(Vea el párrafo 10).
11. ¿Cómo sigue la organización de Jehová el ejemplo de Jesús? (Hechos 2:5-7, 33; vea también las imágenes).
11 Después de resucitar, Jesús derramó espíritu santo sobre sus discípulos para que les predicaran las buenas noticias “en su propio idioma” a quienes habían acudido a celebrar la Fiesta de Pentecostés (lea Hechos 2:5-7, 33). Siguiendo su ejemplo, la organización de Jehová pone todo su empeño en ayudar espiritualmente a personas de todas las culturas. Para ello, produce publicaciones bíblicas en más de 1.100 idiomas, algunos de los cuales tienen muy pocos hablantes. Ese es el caso, por ejemplo, de algunos idiomas indígenas del continente americano. La organización ha preparado alimento espiritual en más de 160 de esas lenguas para que las personas que las hablan puedan aprender sobre las buenas noticias. Además, nuestras publicaciones se traducen a más de 20 variantes del idioma romaní (o gitano). Como resultado, muchos miles de personas han aceptado la verdad.
Izquierda: En más de 160 idiomas indígenas del continente americano.
Derecha: En más de 20 variantes del idioma romaní (o gitano).
(Vea el párrafo 11).
12. ¿Qué más hace la organización de Jehová?
12 Además de ayudar a las personas a conocer las buenas noticias, la organización de Jehová coordina labores de socorro para las víctimas de desastres naturales. Miles de voluntarios se ofrecen para ayudar a quienes lo necesitan. La organización también proporciona lugares de adoración sencillos donde las personas pueden reunirse para aprender más del amor que Dios les tiene.
NUESTRO SUMO SACERDOTE NOS AYUDA A CADA UNO DE NOSOTROS
13. ¿Cuáles son algunas de las maneras en las que Jesús nos ayuda?
13 Jesús es nuestro Pastor excelente y por eso se encarga de que cada uno de nosotros tengamos lo necesario para estar espiritualmente fuertes (Juan 10:14; Efes. 4:7). Los golpes de la vida pueden hacernos sentir como una caña que está quebrada o una mecha que apenas arde. Quizás nos sintamos aplastados por una enfermedad grave, un error cometido o un desacuerdo con un hermano. En esas circunstancias tal vez nos resulte difícil ver más allá del dolor y centrarnos en nuestra esperanza. Pero recordemos que Jesús está al tanto de todo lo que nos pasa y comprende cómo nos sentimos. Y, como es compasivo, nos ayuda. Por ejemplo, puede utilizar el espíritu santo para darnos fuerzas (Juan 16:7; Tito 3:6). También puede valerse de los ancianos —que dio “como regalos” a la congregación— y de otros hermanos para darnos el ánimo y el apoyo necesarios (Efes. 4:8).
14. ¿Qué podemos hacer para luchar contra el desánimo?
14 Si sentimos que el desánimo nos vence y que ya no nos quedan fuerzas, meditemos en el papel de Jesús como Sumo Sacerdote. Recordemos que Jehová lo envió a la Tierra no solo para dar su vida como rescate, sino también para ayudarlo a entender mejor los problemas por los que pasamos los seres humanos imperfectos. Cuando nos sentimos hundidos debido a nuestros pecados o debilidades, Jesús está listo para darnos una mano “justo en el momento en que necesitamos ayuda” (Heb. 4:15, 16).
15. ¿Qué ayudó a un hermano a volver a la congregación?
15 Jesús también guía a sus seguidores para que encuentren y ayuden a quienes se han alejado del rebaño de Dios (Mat. 18:12, 13). Veamos la experiencia de Stefano.b A él lo sacaron de la congregación y después de 12 años decidió asistir a una reunión. Él cuenta: “Fue incómodo volver a entrar a un Salón, pero quería formar parte de la cariñosa familia de Jehová otra vez. Los ancianos que se reunieron conmigo me hicieron sentir bienvenido. A veces me sentía tan decepcionado conmigo mismo por haber dejado a Jehová que quería tirar la toalla. Pero los hermanos me recordaron que Jehová y Jesús querían que yo perseverara. Cuando me readmitieron, toda la congregación nos recibió a mí y a mi familia con los brazos abiertos. Con el tiempo mi esposa empezó a estudiar la Biblia y ahora servimos a Jehová todos juntos”. Nuestro cariñoso Sumo Sacerdote de seguro se siente muy feliz al ver que quienes se arrepienten reciben la ayuda que necesitan para volver a la congregación.
16. ¿Por qué nos sentimos muy agradecidos de tener a un Sumo Sacerdote tan compasivo?
16 Durante su vida en la Tierra, Jesús ayudó a un sinnúmero de personas justo en el momento oportuno. Hoy en día podemos estar totalmente convencidos de que él también estará con nosotros siempre que lo necesitemos. Y muy pronto en el nuevo mundo ayudará a los seres humanos obedientes a liberarse por completo de los efectos del pecado y la imperfección. Estamos muy agradecidos a nuestro Dios, Jehová, quien por puro amor y misericordia nombró a su Hijo para que sea un Sumo Sacerdote compasivo.
CANCIÓN 13 Cristo es nuestro modelo
a Para más información sobre el papel de Jesús como Sumo Sacerdote y cómo él sustituyó a los sumos sacerdotes de Israel, vea el artículo “Aprecie el honor de adorar a Jehová en su templo espiritual”, de La Atalaya de octubre de 2023, página 26, párrafos 7 a 9.
b Se ha cambiado el nombre.