2 Y sucedió que unas personas le trajeron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe que tenían, Jesús le dijo al paralítico: “¡Ánimo, hijo! Tus pecados quedan perdonados”.+
2 Y sucedió que unas personas le trajeron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe que tenían, Jesús le dijo al paralítico: “¡Ánimo, hijo! Tus pecados quedan perdonados”.+