28 ”Si un toro cornea a un hombre o a una mujer y le causa la muerte, el toro debe morir apedreado+ y su carne no se debe comer. Sin embargo, el dueño del toro no será castigado.
28 ”Y en caso de que un toro acornee a un hombre o a una mujer y [la persona] en efecto muera, el toro ha de ser apedreado+ sin falta, pero su carne no ha de comerse; y el dueño del toro queda libre de castigo.