31 Después de enterrarlo, les dijo a sus hijos: “Cuando yo me muera, entiérrenme donde está enterrado el hombre del Dios verdadero. Pongan mis huesos junto a los de él.+
31 Y aconteció, después de haberlo enterrado, que pasó a decir a sus hijos: “Cuando yo muera tienen que enterrarme en la sepultura en que está enterrado el hombre del Dios [verdadero]. Al lado de sus huesos depositen mis propios huesos.*+