3 Jehová me preguntó entonces: “Jeremías, ¿qué estás viendo?”. Yo le dije: “Higos; los higos buenos son buenísimos, pero los malos son malísimos, tan malos que no se pueden comer”.+
3 Y Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. De modo que dije: “Higos, los higos buenos muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no pueden comerse de malos que son”.+