25 Jesús, al darse cuenta de que una multitud venía corriendo hacia ellos, reprendió al espíritu maligno. Le dijo: “Espíritu mudo y sordo, ¡te ordeno que salgas de él y no vuelvas a entrar más!”.+
25 Jesús, notando ahora que una muchedumbre venía corriendo en masa hacia [ellos], reprendió+ al espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: sal de él y no entres más en él”.