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Juan 10:22La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo
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22 Por esas fechas se celebraba en Jerusalén la Fiesta de la Dedicación. Era invierno,
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Notas de estudio de Juan. Capítulo 10La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo (edición de estudio)
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la Fiesta de la Dedicación. El nombre hebreo de esta fiesta es Janucá (janukkáh), que significa ‘inauguración’ o ‘dedicación’. Empezaba el día 25 del mes de kislev, cerca del solsticio de invierno del hemisferio norte (ver la nota de estudio de invierno en este versículo y el apén. B15) y duraba ocho días. Conmemoraba la rededicación del templo de Jerusalén en el año 165 antes de nuestra era. El rey sirio Antíoco IV Epífanes había mostrado desprecio por Jehová, el Dios de los judíos, profanando su templo. Por ejemplo, construyó un altar encima del gran altar, donde hasta entonces se presentaban a diario las ofrendas quemadas. El 25 de kislev del año 168 antes de nuestra era, para contaminar el templo lo máximo posible, Antíoco ofreció carne de cerdo en el altar, hizo un caldo con ella y lo mandó salpicar por todo el recinto. Además, quemó las puertas del templo, derribó los cuartos de los sacerdotes y se llevó el altar de oro, la mesa del pan de la presencia y el candelabro de oro. Entonces le dedicó el templo de Jehová a Zeus, dios pagano del Olimpo. Pero dos años más tarde, Judas Macabeo reconquistó la ciudad y el templo. Después que el templo fue purificado de nuevo, se rededicó el 25 de kislev del 165 antes de nuestra era, exactamente tres años después de que Antíoco ofreciera aquel repugnante sacrificio en el altar a Zeus. Entonces se reanudaron las ofrendas quemadas diarias a Jehová. Las Escrituras inspiradas no dicen directamente que Jehová le diera la victoria a Judas Macabeo ni que le mandara restaurar el templo. Pero ya Jehová había usado a hombres de otras naciones, como Ciro de Persia, para cumplir ciertos aspectos relacionados con su adoración (Is 45:1). Por eso no es descabellado pensar que Jehová utilizara a un hombre de su pueblo dedicado para cumplir su voluntad. Las Escrituras muestran que el templo tenía que estar en pie y funcionando para que se cumplieran las profecías sobre el Mesías, su ministerio y su sacrificio. Además, los sacrificios que hacían los levitas tenían que seguir ofreciéndose hasta que llegara el tiempo cuando el Mesías presentara un sacrificio mayor: su vida a favor de la humanidad (Da 9:27; Jn 2:17; Heb 9:11-14). Aunque a los cristianos no se les mandó que celebraran la Fiesta de la Dedicación (Col 2:16, 17), no hay registro de que Jesús ni sus discípulos la condenaran.
invierno. Se refiere al último invierno del ministerio de Jesús, en el año 32 de nuestra era. La Fiesta de la Dedicación se celebraba en el mes de kislev (el noveno mes), que iba desde mediados de noviembre hasta mediados de diciembre. En el año 32, el 25 de kislev, que era el primer día de la fiesta, cayó a mediados de diciembre (ver apén. B15). Los judíos ya sabían que esta fiesta se celebraba en invierno. Así que quizá se dio este detalle para indicar que hacía mal tiempo y explicar por qué Jesús buscó ponerse a cubierto en “el Pórtico de Salomón” para enseñar (Jn 10:23). Este lugar permitía protegerse en invierno del fuerte viento del este. Ver apén. B11.
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