Nota
a El monóxido de carbono, gas inodoro que constituye entre el 1 y el 5% del humo del cigarrillo, tiene una gran afinidad con la hemoglobina de la sangre, la molécula que transporta el oxígeno. Su presencia reduce la cantidad de oxígeno que debería circular en la sangre, lo que puede ser peligroso para la persona que ya padece alguna enfermedad cardiaca.