Nota
c Algunos sacerdotes católicos hasta llegaron a luchar en el ejército de Franco. El párroco de Zafra (Extremadura) se hizo famoso por su brutalidad. Por otro lado, unos cuantos sacerdotes protestaron valerosamente por la matanza de presuntos simpatizantes de la República y por lo menos uno de ellos fue ejecutado por esta razón. El cardenal Vidal y Barraquer, quien trató de mantener una posición imparcial durante la guerra, fue obligado por el gobierno de Franco a permanecer en el exilio hasta su muerte, en 1943.