Nota
a Es digno de mención que el apóstol Pablo, un hombre muy instruido, prefiriera ganarse el sustento haciendo tiendas de campaña, oficio que probablemente aprendió de su padre, con el fin de mantenerse en el ministerio. Hacer tiendas de campaña no era un trabajo fácil. Se utilizaba un tejido de pelo de cabra, llamado cilicio, que era duro y áspero, lo que dificultaba la labor de cortarlo y coserlo. (Hechos 18:1-3; 22:3; Filipenses 3:7, 8.)