Nota
a Curiosamente, los conservacionistas que intentan salvar el mayor número posible de especies en peligro de extinción llaman a su ética el “principio de Noé”, pues a Noé se le mandó que introdujera en el arca ejemplares “de toda criatura viviente de toda clase de carne” (Génesis 6:19). “Se considera que el hecho de que las [especies] hayan existido en la naturaleza desde hace mucho tiempo les da el derecho irrefutable de seguir existiendo”, argumenta el biólogo David Ehrenfeld.