Nota
a No por esto se degradaba a las mujeres a la posición de miembros de segunda categoría que no servían más que para trabajar en la casa o el campo. La descripción de la “esposa capaz” que se da en el libro de Proverbios revela que la mujer casada no solo podía atender una casa, sino también efectuar transacciones de bienes raíces, plantar un campo productivo y administrar un pequeño negocio (Proverbios 31:10, 16, 18, 24).