Nota
a Cabe señalar que la autoridad en la congregación tiene límites. Quienes ocupan puestos de responsabilidad deben mantenerse sujetos a Cristo y obrar en conformidad con los principios bíblicos (1 Corintios 11:3). Además, es imprescindible que “estén en sujeción los unos a los otros”, sean humildes y estén dispuestos a cooperar (Efesios 5:21).