Nota
e El que estos hombres fueron encarcelados injustamente y no eran convictos queda demostrado por el hecho de que J. F. Rutherford siguió siendo miembro del colegio de abogados del Tribunal Supremo de Estados Unidos desde su admisión en mayo de 1909 hasta su muerte en 1942. En catorce de los casos apelados ante el Tribunal Supremo entre 1939 y 1942, J. F. Rutherford fue uno de los abogados. En las causas Schneider contra el Estado de Nueva Jersey (1939) y Distrito escolar de Minersville contra Gobitis (1940), presentó personalmente su argumentación oral ante el Tribunal Supremo. Además, durante la II Guerra Mundial el director del Despacho Federal de Prisiones aceptó a A. H. Macmillan, uno de los que fueron encarcelados injustamente en 1918-1919, como visitador regular de las prisiones estadounidenses a fin de velar por los intereses espirituales de los jóvenes que estaban recluidos por haber adoptado una postura de neutralidad cristiana.