Nota
a La energía de los relámpagos transforma parte del nitrógeno en un compuesto asimilable que cae a la Tierra con la lluvia. Las plantas lo usan como fertilizante natural. Cuando el hombre y los animales consumen los vegetales y usan el nitrógeno, este vuelve al suelo en forma de amoníaco y con el tiempo una parte se convierte de nuevo en gas nitrógeno.