Nota
c El Creador pudo haber empleado procesos naturales para elevar estas aguas y mantenerlas en esa posición, hasta que se precipitaron sobre la Tierra en el tiempo de Noé (Génesis 1:6-8; 2 Pedro 2:5; 3:5, 6). Este suceso histórico dejó una huella indeleble en los supervivientes humanos y sus descendientes, como han constatado los antropólogos al hallar reflejado el relato del Diluvio en diferentes culturas de toda la Tierra.