Nota
a Algunos críticos intentan suavizar el cargo de falsificación alegando que el escritor utilizó el nombre de Daniel como seudónimo, tal como los autores de algunos libros antiguos no canónicos se valieron de nombres falsos. Sin embargo, el biblista Ferdinand Hitzig señaló: “Si el libro de Daniel se atribuye a cualquier otro [escritor], el caso es diferente. En ese supuesto se convierte en un escrito falso, cuyo autor pretende engañar a sus lectores inmediatos, aun cuando sea por el bien de ellos”.