Nota
a En los días de Malaquías ya se había cumplido esta profecía (Malaquías 1:3). El profeta señala que los edomitas esperaban recobrar su tierra desolada (Malaquías 1:4). Esa no era, sin embargo, la voluntad de Jehová, y posteriormente, otro pueblo, el de los nabateos, tomó posesión de lo que había sido la tierra de Edom.