Nota
c Jehová se queda pasmado de que nadie le ofrezca apoyo. Pudiera sorprender, en efecto, que casi dos mil años después de la muerte de Jesús, los poderosos de la humanidad sigan oponiéndose a la voluntad divina (Salmo 2:2-12; Isaías 59:16).
c Jehová se queda pasmado de que nadie le ofrezca apoyo. Pudiera sorprender, en efecto, que casi dos mil años después de la muerte de Jesús, los poderosos de la humanidad sigan oponiéndose a la voluntad divina (Salmo 2:2-12; Isaías 59:16).