Nota
a El traductor bíblico Joseph Rotherham hizo este comentario sobre la conducta que seguían las naciones de Canaán y que luego imitaron los israelitas: “Hasta el culto estaba cargado de sensualidad y de terrible salvajismo. En honor de sus dioses, las mujeres entregaban su virginidad. Los santuarios eran prostíbulos. Los órganos genitales se representaban abiertamente con símbolos repugnantes. Aquellos pueblos tenían prostitutos sagrados (!) de ambos sexos”.