Nota
b Tampoco te sientas obligado a llorar. Cada persona es diferente. Lo importante es que comprendas que, si lo necesitas, puedes hacerlo. Será tu “tiempo de llorar” (Eclesiastés 3:4).
b Tampoco te sientas obligado a llorar. Cada persona es diferente. Lo importante es que comprendas que, si lo necesitas, puedes hacerlo. Será tu “tiempo de llorar” (Eclesiastés 3:4).