Nota
h Agustín de Hippo (354-430), llamado la “gloria de la iglesia católica”, fué secretario del concilio de Milevis (Mileve, Melvie) cuando expidió el decreto: “Quienquiera que desee apelar a los allende el mar [es decir, al obispo de Roma] no será recibido por ninguno en África a la comunión.”