Nota
d Antiquities of the Jews (Antigüedades judaicas) por Josefo, Tomo 6, capítulo 4, párrafo 2, dice: “Por consiguiente Saúl despidió a su siervo que le seguía. Entonces el profeta tomó una vasija de aceite, y la derramó sobre la cabeza del joven, y lo besó, y dijo: ‘Sé tú rey, por la ordenación de Dios [basileùs hypò tou Theou kheirotonetheís] en contra de los filisteos, y para vengar a los hebreos por lo que han sufrido a manos de ellos.’” Antiquities, Tomo 6, capítulo 13, párrafo 9, dice: “Entonces David entró en la tienda del rey, pero ni mató a Saúl, aunque supo dónde estaba acostado, por la espada que estaba clava da a su lado, ni se lo permitió a Abisai, el cual lo hubiera matado, y estaba fuertemente dispuesto a hacerlo. Porque dijo que era un crimen horrible matar a uno que estaba ordenado [kheirotonein] rey por Dios, aunque fuera un hombre inicuo: porque el que le dió el dominio, con el tiempo infligiría castigo sobre él; de modo que restringió su ansiedad.” Véase la traducción por William Whiston, M.A., Boston, Mass., de 1849, páginas 188, 189, 217. Compare también 1 Samuel 10:1, 20-24; 26:5-12.