Nota
c “El arma principal de los persas, como de todos los iranios, era el arco, que por lo tanto el rey mismo sostiene en sus retratos, por ejemplo, en la roca de Behistun y las monedas (dáricos). Además del arco, los persas llevaban lanzas cortas y dagas cortas. Pero no era por estas armas, ni por combate cuerpo a cuerpo, que se ganaban las victorias persas. Abrumaban a su enemigo bajo una andanada de flechas, y jamás le permitían que se les acercara. Cuando la infantería se arrodillaba para disparar, la caballería hormigueaba alrededor de escuadrones hostiles, causaba confusión en sus líneas, y completaba su desconcierto mediante una persecución vigorosa. En una carga la infantería también podía emplear la lanza y la daga; pero el punto esencial era que los arqueros debían estar en movimiento y su uso del arco debía estar sin estorbo.”—The Encyclopædia Britannica, tomo 21, edición de 1911, Página 207.