Nota
a Josefo refiere que Alejandro entró en Jerusalén y se le mostró la profecía de Daniel: “Y cuando se le mostró el libro de Daniel, donde Daniel declaró que uno de los griegos destruiría el imperio de los persas, supuso que él mismo era la persona indicada.”—Antiquities of the Jews, Libro XI, página 418, traducción de Whiston. Los pasajes mostrados pueden haber sido Daniel 7:6; 8:3-8, 20, 21; 11:3. Alejandro quedó muy complacido, pero no discernió la necesidad de aprender la verdad y adorar al Dios verdadero.