Nota
a Jehová Dios no necesita hacer un nuevo pacto del Reino personalmente con Jesús para que él entre en el trono de David, porque Jesús entró en el antiguo pacto del reino que Dios hizo con David naturalmente, es decir, por nacimiento humano. Así llega a ser Heredero Permanente del reino de David. Pero el juramento de Dios concerniente a un sacerdote para siempre como Melquisedec es algo [continúa en la próxima página][continuación de la página 434] diferente. Es un pacto para un reino celestial. Es un pacto del Reino personal, que se hace únicamente con Jesucristo. Por eso, esos dos pactos en cuanto al reino no aplicaron a la nación de Israel ni a los discípulos de Cristo, sino solo a Jesucristo mismo. Por otra parte, el nuevo pacto se hace por medio de un mediador, Jesucristo, con sus 144.000 discípulos. Este nuevo pacto con la “nación santa” de israelitas espirituales es lo que produce el “reino de sacerdotes,” para servir bajo Jesucristo, el Rey-Sacerdote como Melquisedec. Por consiguiente, Jesús asignó un reino a sus discípulos en Lucas 22:28-30. Por consiguiente, tenemos que distinguir entre los pactos del Reino que aplican a la una sola persona, Jesucristo, y al nuevo pacto que aplica a la nación del Israel espiritual. Jesucristo llegó a ser Rey-Sacerdote en el cielo por el juramento de Jehová Dios, no en virtud del nuevo pacto.