Nota
b M’Clintock and Strong’s Cyclopædia, tomo 1, pág. 834, hace notar esto en cuanto a la posición de los cristianos primitivos en lo que se refiere a la sangre: “Tan lejos estaban ellos de beber sangre humana, que era ilícito para ellos siquiera beber la sangre de animales irracionales. Numerosos testimonios en el mismo sentido se hallan en épocas posteriores.”