Nota
b Todo esto sucedió durante la última mitad de la semana final de las “setenta semanas” de años predichas en Daniel 9:24-27a. Durante la “semana” 70 Jehová Dios mantuvo en vigor para con los israelitas naturales el pacto abrahámico en el cual se hallaban los israelitas por descendencia natural de Abrahán. (Gén. 12:1-3; 22:18) En contraste con Felipe, que huyó de la persecución a Samaria, Hechos 11:19 nos dice: “Los que habían sido esparcidos por la tribulación que se levantó con motivo de Esteban pasaron hasta Fenicia y [la isla de] Chipre y Antioquía [en Siria], mas no hablaban a nadie la palabra sino únicamente a los judíos.” La “semana” 70 de favor especial que se concedió a los judíos naturales debido al pacto abrahámico terminó a principios del otoño de 36 E.C., puesto que había empezado con el bautismo y unción de Jesús en 29 E.C. De modo que la entrada de los samaritanos bautizados a los privilegios del Reino celestial no abrió el camino para todos los demás no judíos “hasta la parte más lejana de la tierra” ni inició la gran afluencia de estos gentiles incircuncisos a la congregación cristiana engendrada por espíritu.