Nota
b Véase “Un campo que produce trigo y mala hierba”, en La Atalaya del 15 de diciembre de 1981, páginas 16-20, e “Introduciendo silenciosamente sectas destructivas”, en La Atalaya del 1 de febrero de 1984, páginas 10-15.
b Véase “Un campo que produce trigo y mala hierba”, en La Atalaya del 15 de diciembre de 1981, páginas 16-20, e “Introduciendo silenciosamente sectas destructivas”, en La Atalaya del 1 de febrero de 1984, páginas 10-15.