Nota
b Durante muchos años La Atalaya se vio como una revista dirigida en particular a los cristianos ungidos. Sin embargo, a partir de 1935 se dio más énfasis a animar a la “gran muchedumbre”, que tiene la esperanza de vivir para siempre en la Tierra, a obtenerla y leerla. (Revelación 7:9.) Posteriormente, en 1940, la revista empezó a ofrecerse con regularidad a la gente en las calles. Después, su tirada aumentó con rapidez.