Nota
b Alrededor del año 760 E.C., un grupo judío conocido como los caraítas exigió un apego más estricto a las Escrituras. Rechazaban la autoridad de los rabinos, la “Ley oral” y el Talmud, por lo que tenían más razón para proteger metódicamente el texto bíblico. Ciertas familias de este grupo se hicieron copistas masoréticos expertos.