Nota
a Tales hogares no son como los monasterios de la cristiandad. No hay “abades”, es decir, “padres”. (Mateo 23:9.) A los hermanos encargados se les respeta, pero su servicio se rige por los mismos principios que guían a todos los ancianos.
a Tales hogares no son como los monasterios de la cristiandad. No hay “abades”, es decir, “padres”. (Mateo 23:9.) A los hermanos encargados se les respeta, pero su servicio se rige por los mismos principios que guían a todos los ancianos.