Nota
b A diferencia del sumo sacerdote de Israel, Jesús no tenía pecados que expiar. Sin embargo, sus sacerdotes sí, pues fueron comprados de entre la humanidad pecadora (Revelación 5:9, 10).
b A diferencia del sumo sacerdote de Israel, Jesús no tenía pecados que expiar. Sin embargo, sus sacerdotes sí, pues fueron comprados de entre la humanidad pecadora (Revelación 5:9, 10).