Nota
c Hubo un tiempo en que los críticos de la Biblia alegaban que Elam nunca había ejercido semejante influencia en Sinar y que el relato del ataque de Kedorlaomer era una invención. Encontrará un análisis de las pruebas arqueológicas que confirman la narración bíblica en La Atalaya del 1 de julio de 1989, págs. 4-7.