Nota
a El poeta latino Horacio (65-8 a.E.C.), que realizó el mismo viaje, detalla las incomodidades de este tramo diciendo que la Plaza del Mercado de Apio estaba “rebosante de marineros y de posaderos granujas”. Además, se quejó de “los insoportables mosquitos y las ranas” y de la “malísima” agua.