Nota
b El precio del rescate era una vida humana perfecta porque eso fue lo que Adán perdió. Como el pecado contaminó a toda la humanidad, ningún ser humano imperfecto servía de rescate. Por ese motivo Dios envió a su Hijo desde el cielo (Salmo 49:7-9). Hallará más información sobre este tema en el capítulo 7 del libro El conocimiento que lleva a vida eterna, editado por los testigos de Jehová.