Nota
a Hay Biblias que traducen erróneamente la palabra presencia, y por tanto transmiten una idea equivocada de lo que es. Algunas vierten la palabra presencia por “venida”, “regreso” o “advenimiento”, y todos estos términos dan la idea de que la presencia sería un acontecimiento momentáneo. Sin embargo, la declaración de Jesús nos ayuda a refutar esa idea. Él no comparó su presencia al Diluvio de Noé, que fue un suceso concreto, sino a “los días de Noé”, que constituyeron un período trascendental. Al igual que ocurrió en aquella época, la presencia de Cristo sería un período de tiempo en el que las personas estarían tan absortas en los asuntos de la vida diaria, que no harían caso de la advertencia que se les estaría dando.