Nota
a Al presentar uno de los dos pájaros como “ofrenda por el pecado”, María reconoció que ella —como todos los seres humanos imperfectos— también había heredado las consecuencias del pecado original de Adán (Levítico 12:6, 8; Romanos 5:12).
a Al presentar uno de los dos pájaros como “ofrenda por el pecado”, María reconoció que ella —como todos los seres humanos imperfectos— también había heredado las consecuencias del pecado original de Adán (Levítico 12:6, 8; Romanos 5:12).