Nota
b En esta parábola, la siembra en el campo (el mundo) no representa la obra de predicar y enseñar, cuyo objetivo sería atraer a los nuevos discípulos que luego llegarían a ser ungidos. Más bien, se refiere al acto de ungir a los hijos del Reino. ¿Cómo lo sabemos? Porque Jesús dijo lo siguiente sobre la semilla: “Estos son los hijos del reino”, y no “estos llegarán a ser los hijos del reino”.