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Opciones de calidad a la transfusión¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?
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pacientes que consideran con seriedad su situación procuran evitar las transfusiones de sangre. Esperamos que usted nunca pierda gran cantidad de sangre. Pero si así fuera, es muy probable que médicos hábiles puedan darle atención sin usar transfusiones de sangre, en las cuales hay tantos riesgos.
CIRUGÍA, SÍ... PERO SIN TRANSFUSIONES
Hoy son muchos los que no aceptan sangre. Por razones de salud solicitan lo que los Testigos buscan principalmente por razones religiosas: atención médica de calidad que no incluya el uso de sangre. Como hemos señalado, todavía es posible efectuar cirugía mayor. Si aún tiene dudas, algunas pruebas tomadas de la literatura médica pudieran eliminarlas.
El artículo “Reemplazo cuádruple de articulaciones principales en miembro de testigos de Jehová” (Orthopaedic Review, agosto de 1986) consideró el caso de un paciente anémico que había experimentado un “grado avanzado de destrucción en ambas rodillas y caderas”. Se empleó, con éxito, dextrán con hierro antes y después de la cirugía. La revista British Journal of Anaesthesia (1982) informó acerca de una Testigo de 52 años de edad cuyo nivel de hemoglobina era de menos de 10. Mediante anestesia hipotensiva para minimizar la pérdida de sangre, se sometió a la paciente a un reemplazo total de cadera y de hombro. En la Universidad de Arkansas (E.U.A.), un grupo quirúrgico también utilizó este método en cien reemplazos de cadera en Testigos, y todos los pacientes se recuperaron. El profesor a cargo de aquel departamento comentó: “Lo que aprendimos de estos pacientes (Testigos) ahora lo aplicamos a todos los pacientes en quienes ejecutamos un reemplazo total de cadera”.
La conciencia de algunos Testigos les permite aceptar trasplantes de órganos si esto se efectúa sin sangre. En un informe de 13 trasplantes de riñones se llegó a esta conclusión: “Los resultados generales sugieren que se puede efectuar un trasplante renal sin riesgo y con eficacia en la mayoría de los testigos de Jehová” (Transplantation, junio de 1988). Igualmente, el rechazo de transfusiones de sangre no ha impedido el éxito ni siquiera en trasplantes de corazón.
‘¿Y qué hay de otros tipos de cirugía sin sangre?’, quizás se pregunte usted. Medical Hotline (abril-mayo de 1983) informó de operaciones en “testigos de Jehová en quienes se efectuó cirugía mayor de tipo ginecológico y obstétrico [en la Universidad Estatal de Wayne, E.U.A.] sin transfusiones de sangre”. Este boletín informó: “No hubo más muertes ni complicaciones que en el caso de las mujeres que fueron sometidas a operaciones similares con transfusión de sangre”. Entonces el boletín comentó: “Los resultados de este estudio pudieran justificar un reexamen del uso de la sangre en intervenciones obstétricas y ginecológicas”.
En el hospital de la Universidad de Gotinga (Alemania), se sometió a cirugía general a 30 pacientes que no aceptaron sangre. “Las complicaciones que surgieron pudieran haber surgido también en pacientes que aceptan transfusiones. [...] No se debe concentrar demasiado en no poder recurrir a una transfusión, de modo que eso resulte en que no se efectúe una operación necesaria y justificable desde el punto de vista quirúrgico” (Risiko in der Chirurgie [Riesgos en la cirugía], 1987).
En muchos adultos y niños hasta se ha efectuado cirugía cerebral sin el uso de sangre, por ejemplo, en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York. En 1989 el Dr. Joseph Ransohoff, director de neurocirugía, escribió: “Queda muy claro que en la mayoría de los casos se puede evitar el uso de productos sanguíneos con riesgo mínimo para los pacientes que debido a sus principios religiosos rechazan el uso de estos productos, particularmente si la cirugía se efectúa prontamente y en tiempo relativamente corto. Es interesante el hecho de que con frecuencia olvido que el paciente es un Testigo hasta que llega el momento de darlo de alta, cuando me agradece haber respetado sus creencias religiosas”.
Finalmente, ¿puede efectuarse en adultos y niños cirugía cardíaca y vascular complicada? El Dr. Denton A. Cooley fue un pionero en este campo. Como usted puede ver en el artículo médico reimpreso en el Apéndice, en las páginas 27-29, el Dr. Cooley, basándose en un estudio anterior, llegó a la conclusión de “que el riesgo quirúrgico de los pacientes testigos de Jehová no ha sido sustancialmente mayor que el de los demás”. Ahora, después de haber ejecutado 1.106 de estas operaciones, escribe: “En todo caso cumplo con mi acuerdo o contrato con el paciente”, es decir, el acuerdo de no usar sangre.
Los cirujanos han notado otro factor en los testigos de Jehová: una buena actitud. “La actitud de estos pacientes ha sido ejemplar —escribió el Dr. Cooley en octubre de 1989—. No presentan el temor a complicaciones, ni siquiera a la muerte, que aflige a la mayoría de los pacientes. Confían profunda y sólidamente en su creencia y en su Dios.”
Eso no quiere decir que desean reconocimiento a un derecho de morir. Buscan diligentemente atención de calidad porque quieren recuperarse. Están convencidos de que obedecer la ley de Dios sobre la sangre es proceder con sabiduría, y este punto de vista afecta para bien la cirugía sin sangre.
El profesor Dr. V. Schlosser, del hospital de cirugía de la Universidad de Friburgo (Alemania), señaló: “Entre este grupo de pacientes la pérdida de sangre durante el período perioperatorio no fue mayor que en otros casos; posiblemente hubo menos complicaciones. La manera especial de ver la enfermedad, típica de los testigos de Jehová, tuvo una influencia beneficiosa en el proceso perioperatorio” (Herz Kreislauf, agosto de 1987).
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Usted tiene derecho a escoger¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?
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Un enfoque médico actual (llamado análisis riesgo/beneficio) está facilitando la cooperación entre médicos y pacientes con la mira de evitar el tratamiento con sangre. Los médicos pesan factores como los riesgos que presenta alguna droga o una intervención quirúrgica contra sus posibles beneficios. En tal análisis pueden participar también los pacientes.
Usemos un ejemplo que pudiera entender fácilmente gente de muchos lugares: el de una amigdalitis crónica. Usted probablemente iría a ver a un médico si tuviera este mal. Es posible que hasta consultara con dos, pues los peritos en la salud por lo general recomiendan obtener más de una opinión médica. Un médico quizás recomiende cirugía. Él le da una idea general de lo que eso significa: el tiempo en el hospital, cuánto va a doler, y los gastos. En cuanto a riesgos, le dice que no es común que se sangre mucho, y que es muy raro el que alguien muera por esas
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