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Índice¡Despertad! 2009 | diciembre
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Índice
Diciembre de 2009
¿Tiene sentido el universo?
Los científicos discrepan en si el universo tiene sentido o no. Con todo, hay una explicación lógica que arroja luz sobre el propósito de la vida humana y el universo que nos rodea.
3 Asombrados por la naturaleza
4 ¿Diseño con propósito, o proceso aleatorio?
11 ¿Qué tipo de estrella condujo a los “magos” hasta Jesús?
15 Grandes monstruos de las profundidades
22 Expresar el cariño, ¿realmente importa?
23 ¿Casualidad o diseño? Las plumas del búho
28 Protéjase de la intoxicación por plomo
30 Índice temático de ¡Despertad! de 2009
32 Defiende valientemente sus creencias
Satisfaga su necesidad espiritual 12
Existe una amplia variedad de prácticas culturales y religiosas que prometen saciar nuestra necesidad espiritual. ¿Importa la vía que uno escoja con este fin? Vea la clara respuesta que da la Biblia.
Perdí mi pasión por la guerra 24
Lea la fascinante historia de un hombre apasionado de la guerra que encontró un objetivo más noble en la vida.
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Asombrados por la naturaleza¡Despertad! 2009 | diciembre
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Asombrados por la naturaleza
LA INVESTIGACIÓN científica ha revelado muchos secretos sobre el universo, o cosmos. El conocimiento que se tiene ahora va desde los minúsculos componentes de la materia hasta las enormes dimensiones del espacio. Con todo, todavía queda muchísimo por descubrir, tanto que escapa a nuestra mente.
El planeta Tierra ocupa una minúscula parte del vasto universo. Sin embargo, nos asombra la enorme belleza y complejidad de su naturaleza: una hermosa flor, una vista sublime, el plumaje extraordinario de un ave, las alas de una mariposa, una encendida puesta de sol o la sonrisa de un ser amado.
Muchos han hallado en el universo físico suficientes pruebas para creer en la existencia de una Primera Causa inteligente. Aseguran que las leyes de la física parecen haber sido ajustadas con gran precisión para sostener la vida. Si se hubiese regulado el universo ligeramente diferente, no existiría vida. Pero la realidad es que la vida, con toda su diversidad, nos rodea.
El cosmólogo Paul Davies afirma: “A medida que se presenta el drama cósmico, parece que hubiera un guión: un programa coherente [...]. La naturaleza no es una arbitraria yuxtaposición de acontecimientos, sino la manifestación de una interrelación ingeniosa de leyes matemáticas”. Algunos científicos aceptan su punto de vista, mientras que otros no.
Por ejemplo, el físico Steven Weinberg, galardonado con el premio Nobel, proclamó: “Cuanto más comprensible parece el universo, tanto más sin sentido parece también”. Paradójicamente, Weinberg declaró además que “a veces la naturaleza parece más bella de lo estrictamente necesario. [...] Es casi imposible dejar de imaginar que toda esta belleza fue de alguna forma puesta para nuestro beneficio”.
¿De qué beneficio se trata? Si existe una precisión extraordinaria, ¿no es lógico pensar que su artífice haya sido alguien —un Diseñador, un Creador— con un propósito? ¿Tienen sentido nuestra vida y el universo? ¿O estamos aquí como resultado de una serie de procesos físicos fortuitos y aleatorios? Los siguientes artículos abordarán estos temas.
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¿Diseño con propósito, o proceso aleatorio?¡Despertad! 2009 | diciembre
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¿Diseño con propósito, o proceso aleatorio?
En 1802, el clérigo y teólogo inglés William Paley expuso sus razones para creer en la existencia de un Creador. Dijo que si al caminar por un páramo encontrase una piedra en el suelo, lo más probable es que llegara a la conclusión de que se presentó allí por algún proceso natural; en cambio, si encontrase un reloj, difícilmente llegaría a la misma conclusión. ¿Por qué? Por el simple hecho de que un reloj posee todas las características de un diseño con propósito.
LAS ideas de Paley influyeron mucho en el naturalista británico Charles Darwin. Pero, en contra de la lógica del primero, Darwin propuso que el aparente diseño de los seres vivos podría explicarse mediante un proceso al que llamó selección natural. Muchos vieron el concepto darviniano de la evolución como la réplica definitiva al debate surgido sobre la cuestión del diseño.
Se han vertido ríos de tinta sobre este particular desde aquellos tiempos. Y se han refinado, pulido y actualizado con cierta frecuencia los argumentos a favor del diseño o de la selección natural. Ambas posturas han tenido una considerable influencia en lo que la humanidad opina sobre el sentido del universo. ¿Cómo puede influir en el propósito de su vida lo que usted cree?
Consecuencias lógicas del darvinismo
La creencia en la evolución ha conducido a muchas personas sinceras a concluir que su existencia carece de auténtica finalidad. Si el cosmos y todo lo que lo puebla es el producto de combinaciones espontáneas de elementos tras una Gran Explosión inicial, entonces la vida no puede tener verdadero sentido. El fallecido biólogo y premio Nobel Jacques Monod dijo: “El hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del Universo de donde ha emergido por azar. Igual que su destino, su deber no está escrito en ninguna parte”.
Una idea semejante expone Peter William Atkins, profesor de Química de la Universidad de Oxford: “En mi opinión, la existencia de este extraordinario universo tiene una maravillosa y sublime grandiosidad. Se extiende con toda su gloria, total y completamente inútil”.
Por supuesto, no todos los científicos concuerdan con este punto de vista, y por muy buenas razones.
Precisión perfecta: prueba de un diseño con propósito
Cuando examinan las leyes naturales, muchos investigadores se niegan a aceptar la idea de un universo sin sentido. Quedan impresionados, por ejemplo, con las fuerzas fundamentales que lo regulan, cuyas leyes subyacentes parecen haber sido ajustadas con la precisión necesaria para producir un universo capaz de sostener la vida. “Modificar las leyes una pizca podría traer consecuencias letales”, afirma el cosmólogo Paul Davies. Un ejemplo: si los protones pesaran levemente más que los neutrones, en vez de al revés, todos los protones se habrían convertido en neutrones. ¿Y eso hubiera sido contraproducente? “Sin protones y su elemental carga eléctrica, no existirían los átomos”, explica el profesor Davies.
El electromagnetismo hace que protones y electrones se atraigan, lo que permite la formación de moléculas. Si esta fuerza fuera sensiblemente más débil, los electrones no podrían orbitar alrededor del núcleo de los átomos y no se formarían las moléculas. Si, por el contrario, fuera más intensa, los electrones se quedarían pegados al núcleo, en cuyo caso las reacciones químicas y la vida serían simple y llanamente imposibles.
Una ligera variación en la fuerza electromagnética repercutiría en el Sol y la energía solar que alcanza a nuestro planeta, lo que dificultaría o impediría el proceso de la fotosíntesis. Por tanto, la intensidad exacta del electromagnetismo determina la existencia de vida en la Tierra.a
La obra Science & Christianity—Four Views (La ciencia y el cristianismo: cuatro enfoques) ejemplifica de forma curiosa el delicado equilibrio de las fuerzas y los elementos del cosmos. Su autor pide a los lectores que visualicen a un explorador que visita una imaginaria “cabina de mandos del universo”. Allí observa una multitud de diales alineados que pueden ajustarse a cualquier valor y descubre que cada uno tiene que ser calibrado con precisión para que sea posible la vida. Uno de los diales regula la intensidad de la fuerza gravitatoria, otro la de la atracción electromagnética, otro la diferencia entre la masa de los neutrones y los protones, y así sucesivamente. A medida que el explorador examina los numerosos diales, ve que podrían haberse ajustado con diferentes valores. Además, tras meticulosos cálculos, comprende con total claridad que la más mínima alteración de cualquiera de los valores habría cambiado la estructura del universo a tal grado que no sería posible la vida. No obstante, cada dial está calibrado perfectamente para que el universo siga funcionando y sea habitable. ¿A qué conclusión lógica llegaría el explorador sobre la manera en que están ajustados los diales?
El astrónomo George Greenstein dice: “Mientras investigamos las pruebas, la razón nos plantea insistentemente que una acción sobrenatural —o más bien una Acción— debe de estar involucrada. ¿Es posible que repentinamente, sin tener la intención, hayamos tropezado con pruebas científicas de la existencia de un Ser Supremo?”.
¿Qué opina usted? ¿Qué explicación encaja mejor con la exactitud que se observa en el universo: un diseño con propósito, o un proceso aleatorio?
“Estamos justo aquí, y eso es lo que cuenta”
Los ateos, por supuesto, tienen sus contraargumentos. Hay quienes le quitan importancia a la evidente precisión de la naturaleza y dicen: “Pues claro que el universo observable puede sostener la vida humana. De lo contrario, no estaríamos aquí discutiéndolo. No hay nada que explicar. Estamos justo aquí, y eso es lo que cuenta”. Pero ¿le parece satisfactoria esta conclusión?
Otro argumento es que algún día quedará probado que hay solo una combinación numérica que puede funcionar en las ecuaciones que expresan las leyes fundamentales de la naturaleza. Es decir, los diales que mencionamos antes tuvieron que ajustarse con exactitud para que existiera el universo. “Es así porque no hay otro modo”, dicen algunos. Aun cuando este razonamiento circular fuese cierto, no suministraría una explicación definitiva de nuestra existencia. En resumen, ¿es una mera coincidencia que exista el universo y que pueda albergar vida?
En un esfuerzo por explicar mediante procesos naturales el diseño y la precisión palmaria del universo, hay quienes recurren a lo que se ha dado en llamar la teoría de los multiversos o universos paralelos. Según esta hipótesis, viviríamos en uno de tales infinitos universos, cada uno de los cuales tendría condiciones de vida diferentes, pero todos carentes de sentido o diseño. De acuerdo con esta premisa y las leyes de la probabilidad, con tantísimos universos, a la larga uno de ellos debería poseer las condiciones necesarias para albergar vida. Sin embargo, no existe ningún tipo de prueba científica que corrobore tal teoría. Se trata de mera especulación.
Tras declarar que no respaldaba esta hipótesis, el bioquímico Christian de Duve, galardonado con el premio Nobel, dijo: “En mi opinión, la vida y la mente son manifestaciones tan extraordinarias de la materia que conservan todo su valor, sin importar cuántos universos incapaces de albergar vida existan o sean posibles. El hecho de que nuestro universo quede diluido entre otros miles de millones más de ninguna manera resta importancia a sus singulares características, las cuales considero indicios reveladores de la ‘Realidad Última’ que se esconde tras ellas”.
La conciencia humana
El que formulemos teorías sobre la existencia del cosmos es muy significativo. En el caso de un universo sin sentido, tal capacidad sería el resultado de un proceso aleatorio. ¿Le parece a usted lógico?
Se ha dicho que el cerebro humano es “el objeto más maravilloso y misterioso de todo el universo”. Ni la física ni la química, con todo su caudal de conocimientos, pueden aportar explicaciones plausibles a la capacidad humana de manejar ideas abstractas y a la búsqueda generalizada del sentido de la vida.
Una de dos: o la mente humana, con su sed de conocimiento, fue concebida por una inteligencia superior, o todo surgió por azar. ¿Cuál de estas dos posibilidades le parece más razonable?
Otra explicación
No podemos negar que la ciencia nos ha revelado muchos secretos sobre el cosmos, nuestro mundo y los seres vivos. Para algunos, cuanto más se conoce, “más improbable parece nuestra existencia”. Improbable en el sentido de que hayamos aparecido aquí por evolución. Sin embargo, citando al divulgador científico John Horgan, “todo parece extremadamente bien diseñado y, en cierto sentido, demasiado bueno para estar aquí por pura casualidad”. En la misma línea, el físico Freeman Dyson hizo el siguiente comentario: “Cuanto más examino el universo y estudio los detalles de su arquitectura, más evidente me parece que el universo, en algún sentido, debió de saber que íbamos a llegar”.
Por lo expuesto —la complejidad de la naturaleza, la precisión del diseño y la conciencia humana—, ¿no sería lógico pensar al menos en la posibilidad de la existencia de un Creador? Una muy buena razón para ello es que un Creador debería poder decirnos cómo se presentó la vida y si esta tiene propósito, interrogantes que la ciencia es incapaz de responder.
Tales interrogantes se despejan mediante la Biblia, o las Santas Escrituras, cuyos escritores aseguraron estar dirigidos por el Creador. ¿Por qué no comprueba usted mismo lo que dice la Biblia?
[Nota]
a Si desea más información, vea las páginas 10 a 26 del libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?, editado por los testigos de Jehová.
[Comentario de la página 8]
¿Es el cerebro humano producto de un proceso aleatorio?
[Ilustración y recuadro de la página 6]
¿Qué hace posible el conocimiento científico?
La investigación científica es posible gracias a que el mundo físico guarda un orden y a que la energía y la materia se comportan de una forma predecible y estable en determinadas circunstancias. Este orden se plasma en las leyes fundamentales de las matemáticas, la física, la química y otras ciencias. Sin él, los trabajos científicos, la tecnología y la vida misma sencillamente serían imposibles.
Por tanto surgen las preguntas: ¿Cuál es el origen de las leyes físicas? ¿Por qué actúan así? Multitud de personas creen que la respuesta más razonable es la de una Inteligencia Suprema. ¿Qué opina usted?
[Ilustraciones y recuadro de la página 7]
¿Surgió de la nada?
Las moléculas de ADN (ácido desoxirribonucleico) de cada célula contienen instrucciones complejas y detalladas imprescindibles para el buen desarrollo de los organismos vivos. Aunque la comparación se queda corta, podríamos asemejarlo a los datos digitales grabados en un DVD. Al leerlos con un aparato, se puede disfrutar de música o de una película. De igual forma, las moléculas de ADN —semejantes a una escalera de cuerda retorcida— son portadoras de información codificada que posibilita toda clase de vida y que diferencia a los seres vivos: a las bananas de las habichuelas, a las cebras de las hormigas, a los hombres de las ballenas.
Nadie se atrevería a decir que la información digital contenida en un DVD es producto de acontecimientos casuales. ¿Sería lógico plantear que la complejísima información del ADN surgió de la nada?
[Reconocimiento de la página 6]
Galaxia Sombrero: NASA y The Hubble Heritage Team (STScI/AURA)
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¿Por qué estamos aquí?¡Despertad! 2009 | diciembre
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¿Por qué estamos aquí?
SEGÚN la Biblia, Dios —que se llama Jehová— es la Inteligencia Suprema, la fuente de toda energía cósmica y el Creador del universo (Salmo 83:18; 92:5). En su primer libro leemos que “en el principio Dios creó los cielos y la tierra”. Más adelante, Jehová hizo al hombre a su imagen —es decir, con cualidades como las suyas— y le dijo que se multiplicara y llenara el planeta (Génesis 1:1, 26, 28).
¿Quiere decir esto que Dios creó el universo, incluida la Tierra con sus animales y plantas, sencillamente como hogar para la humanidad? ¿Estamos aquí solo para disfrutar de unas décadas de vida, comer, beber y reproducirnos?
¿Por qué nos creó Dios?
Jehová Dios hizo a los seres humanos como expresión de su amor; quiso compartir con ellos la vida y la felicidad. Seguramente le resultó muy deleitable diseñar vida física de todo tipo para que el hombre estuviera rodeado de belleza y abundancia. Sobre todo, los seres humanos habrían de tener una relación significativa con su Creador mediante conocerlo y comunicarse con él. Habían sido creados para vivir indefinidamente en condiciones perfectas y pacíficas (Génesis 3:8, 9; Salmo 37:11, 29).
Jehová también le dio a la primera pareja humana un trabajo digno y satisfactorio. Les dijo: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra” (Génesis 1:28). Ellos y sus descendientes habrían de transformar toda la Tierra en un paraíso.
Ahora bien, aunque el propósito original de Dios se truncó momentáneamente, la Biblia garantiza que se realizará en el futuro (Isaías 46:9-11; 55:11).a
Mientras tanto, el deseo del hombre, su necesidad, de conocer a Dios y tener una relación personal con él se manifiesta en su búsqueda de propósito. El hombre fue concebido como un ser inteligente con el deseo de explorar y comprender, y la Biblia asegura que seguirá acumulando conocimiento de Dios y su creación eternamente.
Un escritor bíblico lo expresó de esta manera: “He visto la ocupación que Dios ha dado a los hijos de la humanidad en qué ocuparse. Todo lo ha hecho bello a su tiempo. Aun el tiempo indefinido ha puesto en el corazón de ellos, para que la humanidad nunca descubra la obra que el Dios verdadero ha hecho desde el comienzo hasta el fin. He llegado a saber que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien durante la vida de uno; y también que todo hombre coma y realmente beba y vea el bien por todo su duro trabajo. Es el don de Dios” (Eclesiastés 3:10-13). De modo que la humanidad nunca logrará descubrir todo sobre Dios y su creación.
Aprenda acerca de Dios
Uno puede aprender acerca de Jehová al observar la creación. Otro escritor bíblico dijo que Sus “cualidades invisibles [...] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad” (Romanos 1:20). En efecto, la creación nos habla del amor, la sabiduría y el poder de Jehová.
Otro canal valioso de información es la Biblia. Como es inspirada por Dios, nos expresa sus puntos de vista, sus cualidades y su propósito, mucho más de lo que nos puede decir la creación.
La Biblia añade sobre el propósito de Dios: “En cuanto a los cielos, a Jehová pertenecen los cielos, pero la tierra la ha dado a los hijos de los hombres” (Salmo 115:16). Todo parece indicar que el único lugar de este universo adecuado para la vida humana es nuestro planeta, pues para eso lo hizo Jehová.
Entonces, ¿cuál es el sentido del vasto universo? ¿Se mantienen las estrellas en su lugar a fin de que nuestro sistema solar no pierda el equilibrio y sea posible la vida en la Tierra? ¿Son los cuerpos celestes simples adornos nocturnos? Hemos de reconocer que todavía existen muchos interrogantes, pero eso es algo positivo. ¿Por qué?
La eternidad no será suficiente para que la humanidad entienda todo lo que Dios se ha propuesto y ha hecho. Él desea que nuestro futuro esté colmado de dicha sin fin. La vida eterna en total felicidad permitirá que la humanidad obediente realice centenares, miles de descubrimientos sobre el universo.
[Nota]
a Muchas personas opinan que la existencia de la maldad y el sufrimiento supone un obstáculo para creer en un Creador amoroso. Para más información sobre este tema, véase el capítulo 11 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová.
[Comentario de la página 9]
El hombre fue concebido como un ser inteligente con el deseo de explorar y comprender
[Ilustraciones de la página 10]
La Biblia indica que la Tierra fue creada principalmente para disfrute de la humanidad
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