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La destrucción ardiente de la cristiandad desde el carro celestial“Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
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y cuando los querubines iban, las ruedas iban al lado de ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para estar bien arriba de la tierra, las ruedas no cambiaban de dirección, aun ellas mismas, de al lado de ellos. Cuando éstos se detenían, ellas se detenían; y cuando éstos se levantaban, ellas se levantaban con ellos, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en ellas.” (Ezequiel 10:14-17) Así, pues, había cooperación perfecta entre las ruedas y los querubines. No había ninguna falta de armonía o desorganización en cuanto a este carro celestial de Jehová.
28. ¿A qué nueva posición pasaron ahora la “gloria de Jehová” y el carro celestial?
28 El “fuego” tomado de entre los querubines de este carro y arrojado por el hombre vestido de lino sobre la ciudad de Jerusalén todavía no había llegado al templo. Por eso, en la visión, la “gloria de Jehová” todavía continúa maniobrando en esa zona, tal como ahora nos dice Ezequiel: “Y la gloria de Jehová procedió a salir de sobre el umbral de la casa y a detenerse sobre los querubines. Y los querubines ahora alzaron sus alas y se levantaron de la tierra delante de mis ojos. Cuando salieron, las ruedas también estaban cerca, al lado de ellos; y ellos empezaron a pararse en la entrada oriental de la puerta de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos, desde arriba. Esta es la criatura viviente que había visto bajo el Dios de Israel junto al río Kebar [en Babilonia], de modo que llegué a saber que eran querubines. En cuanto a los cuatro, cada uno tenía cuatro caras y cada uno tenía cuatro alas, y la semejanza de las manos de hombre terrestre estaba debajo de sus alas. Y en cuanto a la semejanza de sus caras, eran las caras cuya apariencia había visto junto al río Kebar, las mismísimas. Iba cada uno derecho adelante.”—Ezequiel 10:18-22.
29. ¿Adónde tenía que ser sacado ahora el profeta Ezequiel, y qué nos interesa saber tocante a él ahora?
29 Cuando el carro celestial, llevando a Jehová sentado sobre el trono de zafiro sobre éste, se para en la entrada oriental exterior del templo, ¿qué instrucciones habrán de dársele al profeta Ezequiel? Pero primero tenía que ser sacado de su posición en el patio interior del templo para que contemplara lo que se viera desde la puerta oriental exterior que miraba hacia el monte de los Olivos. Nos interesa saber lo que ve y oye allí.
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Les espera desilusión a los demasiado confiados“Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
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Capítulo 11
Les espera desilusión a los demasiado confiados
1. ¿A quiénes pudo ver ahora en visión Ezequiel en la puerta oriental del templo, y qué decían?
EN SU siguiente visión, ¿qué sucesos ve Ezequiel? Escuche: “Y un espíritu procedió a alzarme y llevarme a la puerta oriental de la casa de Jehová que mira hacia el este, y, ¡mire! en la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y llegué a ver en medio de ellos a Jaazanía el hijo de Azur y a Pelatías el hijo de Benaya, príncipes del pueblo. Entonces [Jehová] me dijo: ‘Hijo del hombre, éstos son los hombres que están tramando lo perjudicial y asesorando mal consejo contra esta ciudad; que están diciendo: “¿No se ha acercado mucho el edificar casas? Ella es la olla de boca ancha, y nosotros somos la carne.”’”—Ezequiel 11:1-3.
2. ¿Qué notamos acerca de la identidad de estos veinticinco hombres, y qué movimiento político estaban tramando?
2 Evidentemente éstos no son los veinticinco hombres que Ezequiel vio antes en el patio interior del templo, adorando al Sol hacia el este, antes que se diera la orden de empezar la obra del degüello de los habitantes de Jerusalén que no llevaran la marca. (Ezequiel 8:16) Tampoco es este Jaazanía el hijo de Azur el mismo Jaazanía hijo de Safán a quien Ezequiel vio participar en adoración idolátrica dentro de un edificio del templo. (Ezequiel 8:11) Se dice que estos
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