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Su propio pueblo tuvo que saber quién es Él“Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
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Acab no le dio el toque final a esta victoria dada por Dios actuando como ejecutor de Jehová y matando al rey Ben-hadad que había desafiado a Dios, Jehová le expresó desaprobación al rey Acab. Puesto que el rey Acab ahora tenía razón para creer que lo que el profeta de Jehová había dicho vendría en castigo por esta falla, el rey Acab no regresó a Samaria animado intensamente por la victoria, sino decaído.—1 Reyes 20:29-43.
23, 24. ¿Qué calamidad nacional sufrió finalmente el reino de diez tribus de Israel, y según la declaración de 2 Reyes 18:11, 12 qué razón hubo para ella?
23 El resultado nacional para el reino de diez tribus de Israel queda como advertencia solemne a las naciones de la cristiandad hoy día. Debido a que los israelitas no sacaron provecho religiosamente de haber aprendido que el Dios de la salvación es Jehová, sufrieron desastre nacional en el año 740 a. de la E.C. En ese año, por haber continuado adorando a dioses falsos y violando los mandamientos de Jehová, su ruina como nación independiente se consumó con la destrucción de su ciudad capital, no por los sirios, sino por la que entonces era la Segunda Potencia Mundial, Asiria. Los israelitas sobrevivientes fueron llevados al destierro en las provincias lejanas de Asiria, donde los profetas de Jehová no los visitaron. Así el reino de Israel, que abandonó a Jehová, solo duró 257 años. Hoy las naciones de la cristiandad no tienen razón alguna para equivocarse en cuanto a por qué le sobrevino esta calamidad nacional al reino de diez tribus de Israel, pues el inspirado profeta y escritor bíblico (Jeremías) declara por qué, diciendo:
24 “Debido a que no habían escuchado la voz de Jehová su Dios, sino que siguieron traspasando su pacto, aun todo lo que había mandado Moisés el siervo de Jehová. Ni escucharon ni ejecutaron.”—2 Reyes 18:11, 12.
BABILONIA Y OTRAS NACIONES TUVIERON QUE CONOCERLO
25. ¿Qué predijo el profeta Isaías acerca del destierro de la gente del reino de Judá y de la restauración de ésta a su patria?
25 El reino hermano compuesto de las dos tribus restantes de Judá y Benjamín, con su capital en Jerusalén, continuó por 133 años más. En este reino de Judá Jehová levantó a su profeta Isaías más de treinta y cinco años antes de la destrucción de Samaria por Asiria, la Segunda Potencia Mundial. Bajo la inspiración del espíritu de Jehová el profeta Isaías predijo que con el transcurso del tiempo Jerusalén también sería destruida por la siguiente potencia mundial, Babilonia, y que la tierra de Judá quedaría desolada debido a que los habitantes sobrevivientes serían llevados al destierro en Babilonia. Pero al debido tiempo de Jehová Babilonia misma sería derrocada como Tercera Potencia Mundial, y el rey vencedor, Ciro, predicho por Isaías por nombre, dejaría que los desterrados judíos regresaran a su patria y la cultivaran de nuevo para que llegara a ser como un paraíso. Los desterrados que hubieran regresado también habrían de reedificar la ciudad santa de Jerusalén y su templo para la adoración de Jehová. (Isaías 44:24 a 45:7; 35:1-10) Usando este regreso de los desterrados judíos como cuadro profético de algo todavía mayor que sucedería en nuestro propio siglo veinte, Isaías prosiguió con estas palabras:
26. ¿Por la seña de quién habrían de ser traídos a casa los desterrados, y cómo, y con qué conocimiento resultante?
26 “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Mira! Levantaré mi mano aun a las naciones, y a los pueblos alzaré mi seña. Y traerán a tus hijos en el seno, y sobre el hombro llevarán a tus propias hijas. Y reyes tienen que llegar a ser cuidadores para ti, y sus princesas nodrizas para ti. Con rostros a tierra se inclinarán ante ti, y el polvo de tus pies lamerán; y tendrás que saber que yo soy Jehová, de quien no quedarán avergonzados los que esperan en mí.’”—Isaías 49:22, 23.
27, 28. ¿Cuán diseminado habría de llegar a estar el conocimiento de la restauración de los desterrados judíos, y, por ello, quiénes habrían de saber que él es Jehová?
27 Al restaurar a los desterrados que vinieron en el año 537 a. de la E.C. más que solo la organización terrestre de Sus testigos habría de saber que él es Jehová. Las naciones paganas también habrían de saber esto. El profeta Ezequiel predijo esta diseminación de tan importante conocimiento internacionalmente después que ocurrió la desolación de Jerusalén y de Judá en 607 a. de la E.C. y mientras los judíos desplazados todavía eran desterrados en Babilonia. El profeta Ezequiel fue inspirado a decir lo siguiente como vocero de Jehová a las desoladas “serranías de Israel” (según la Biblia Versión Moderna):
28 “Porque he aquí que estoy yo por vosotras, y vuelvo mi rostro hacia vosotras, y seréis labradas y sembradas. Y haré abundar hombres sobre vosotras, es decir, toda la casa de Israel, toda ella, los cuales se volverán a las ciudades, y las ruinas serán reedificadas. Y haré abundar sobre vosotras hombres y bestias; los cuales aumentarán y serán fecundos; y haré que seáis habitadas, como erais antiguamente; y os haré más bien que en vuestros principios; y conoceréis que yo soy Jehová.” “Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: No por vuestra causa voy a hacer esto, oh casa de Israel, sino por mi santo Nombre que vosotros habéis profanado entre las naciones adonde habéis ido. Y santificaré mi gran Nombre que ha sido profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas; y conocerán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando yo fuere santificado en vosotros delante de su vista.”—Ezequiel 36:8-11, 22, 23.
29. ¿Cómo se da énfasis a la importancia de saber quién es Dios tan solo en el libro profético de Ezequiel?
29 ¿Es importante que este conocimiento de que él es Jehová se disemine tanto? ¡Por lo menos a él le parece que sí! Tan solo en la entera profecía de Ezequiel el Señor Soberano Dios indica la importancia de ello al declarar repetidas veces que las naciones y los pueblos y los individuos tienen que ‘conocer que yo soy Jehová,’ haciendo esa declaración sesenta y dos veces. La última aparición de esta sobresaliente expresión en la profecía de Ezequiel está en Ezequiel 39:6, 7, donde el Señor Soberano Dios dice con todo ahínco:
30. ¿Quiénes, según dice la última expresión de la profecía de Ezequiel, ‘conocerán que yo soy Jehová’?
30 “Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que habitan descuidados en las islas; y conocerán que yo soy Jehová. Así haré conocer mi santo Nombre en medio de mi pueblo Israel, y no dejaré profanar más mi santo Nombre; y conocerán las naciones que yo, Jehová, el Santo, estoy en medio de Israel.”—Versión Moderna de la Biblia. Note también Ezequiel 29:17, 21.
31. ¿Cómo cuadra la profecía de Joel con la militarización de las naciones hoy día, y qué sabrán ciertamente los que estén del lado victorioso?
31 En estos días críticos de nuestro siglo veinte, cuando las naciones se han militarizado con las armas bélicas más mortíferas, parece que las palabras del profeta Joel cuadran como nunca antes, aunque sus palabras fueron expresadas y puestas por escrito en el siglo noveno antes de nuestra era común y por consiguiente antes de la profecía de Ezequiel: “Proclamen esto entre las naciones: ‘¡Santifiquen guerra! ¡Despierten a los hombres poderosos! ¡Que se acerquen! ¡Que suban, todos los hombres de guerra! Batan sus rejas de arado en espadas, y sus podaderas en lanzas.’” Es inminente un conflicto por la dominación mundial. De su resultado, ¿qué aprenderá la gente que esté del lado victorioso? Esto: “Ustedes tendrán que saber que yo soy Jehová su Dios, que resido en Sion mi santa montaña. Y Jerusalén tiene que llegar a ser un lugar santo; y en lo que respecta a extraños [naciones mundanas], ya no pasarán por ella.”—Joel 3:9, 10, 17.
32. ¿A qué grado llama atención Ezequiel al nombre divino?
32 Tocante al profeta posterior, Ezequiel, desde el principio hasta el final llama atención al nombre divino. En los versículos de apertura de su libro profético atribuye su profecía a la inspiración de Jehová. En el mismísimo fin de su libro profético, en las últimas dos palabras hebreas de él, da el nombre del Señor Soberano Dios. Según la manera en que la New English Bible (1970) traduce el último versículo, que predice una asombrosa ciudad en la Tierra, él dice: “El perímetro de la ciudad será de dieciocho mil codos, y el nombre de la ciudad para siempre jamás será Jehová-shammah.” Este nombre significa “Jehová Mismo Está Allí.”—Ezequiel 48:35; NEB; NM.
33. Desde la restauración judía en 537 a. de la E.C., ¿qué hubo acerca de alguna necesidad adicional de que Dios se diera a conocer por nombre a todas las naciones y pueblos?
33 El profeta Ezequiel terminó el libro de su profecía en 591 a. de la E.C., cincuenta y cuatro años antes que los judíos desterrados fueran restaurados a su patria, lo cual aconteció en 537 a. de la E.C. (Ezequiel 29:17) Este acontecimiento asombroso causó alguna impresión en las naciones paganas de entonces. Después de eso, ¿no era ya importante o necesario que el Señor Soberano Dios obligara a las naciones y pueblos a saber que él es Jehová? En nuestro día, el día de todos los días, ¿no existe como nunca antes una necesidad de que Él haga que todas las naciones de la Tierra sepan que Él es Jehová? Ciertamente nuestro día es el día adecuado para que el único Dios vivo y verdadero se adelante y se dé a conocer por su nombre a todas las naciones y pueblos. Hay necesidad de que haga esto en vindicación de su mismísima existencia, su Divinidad, su calidad de Creador, su veracidad y su soberanía universal. ¡Sí! “La mismísima expresión “Señor Soberano Jehová” aparece 215 veces en la profecía de Ezequiel.
34. Según Ezequiel 38:8, 16, ¿en qué punto en el tiempo deberíamos estar pronto, y todas las naciones llegarán a conocer qué como nunca antes?
34 En esta última tercera parte del siglo veinte, hay una cosa que no debe pasarse por alto tocante a esa última declaración del propósito de Dios, en Ezequiel 39:7, que dice que “las naciones sabrán que yo soy Jehová.” (AS) ¿Cuál es ésa? Esta: la profecía tiene que cumplirse “en los años postreros,” “en la parte final de los días.” (Ezequiel 38:8, 16, Mod, NM) Cuando consideramos todas las cosas desde la I Guerra Mundial, que estalló en 1914 E.C., hace más de cincuenta y ocho años, ¡los predichos años y días postreros, la parte final de los años y los días, deberían sobrevenirnos pronto! Todas las naciones de hoy están al borde de llegar a conocer a este único Dios vivo y verdadero, Jehová, como jamás lo han conocido antes. Ninguno de nosotros puede evitarlo. Todos formamos parte de esas naciones. ¿Tenemos probabilidad de ganar, o de perder, cuando se nos imparta ese conocimiento sumamente importante de Jehová?
35. En vista del propósito de Dios, declarado a menudo, ¿qué libro profético nos conviene escudriñar ahora, y de qué manera es mejor llegar a conocer a Jehová?
35 Puesto que Él hizo tantas declaraciones acerca de lo que las naciones y pueblos tienen que llegar a saber, entonces, sea que ahora nos guste Jehová y su nombre o no, nos conviene escudriñar el libro profético de Ezequiel. Así podremos observar que hay partes sobresalientes de él que se han cumplido en el día moderno. Hoy muchas personas de corazón sincero y honrado todavía están desorientadas en cuanto al Ser Supremo, el Dios Todopoderoso. No pueden menos que sacar provecho al descubrir su consejo sabio y oportuno para hoy. ¿Por qué vernos obligados a saber que él es Jehová de la manera que lo fue Faraón, el gobernante antiguo de Egipto? Es mucho mejor que nosotros como amadores de la vida y la felicidad aceptemos su bondadosa invitación de llegar a conocerlo a Él ahora de manera pacífica y amigable.
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¡El carro de Dios está en marcha!“Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
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Capítulo 3
¡El carro de Dios está en marcha!
1. ¿Qué vehículo automotor se vio en el sudoeste de Asia mucho antes del automóvil de gasolina, y qué preguntas surgen acerca de él?
DOS mil quinientos siete años antes que comenzara a ser fabricado industrialmente el automóvil de gasolina (en 1895 E.C.), en el sudoeste de Asia se vio un carro automotor o autopropulsado. No era invento del hombre. No era simple imaginación. Para el espectador fue imponente. Nada semejante a ello se ha visto desde entonces
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