BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Calendario
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
    • Calendario hebreo. El calendario israelita se basaba en el año lunisolar o embolismal, pues Jehová Dios estableció que su año sagrado comenzase en la primavera con el mes de Abib y fijó fechas en las que se debían celebrar ciertas fiestas, fiestas que estaban relacionadas con las diferentes cosechas. Para que estas fechas coincidiesen con las cosechas respectivas, los israelitas tenían que sincronizar su calendario con las estaciones correspondientes, compensando la diferencia entre los años lunares y los solares. (Éx 12:1-14; 23:15, 16; Le 23:4-16.)

      Los meses del calendario bíblico

      Los meses judíos iban de luna nueva a luna nueva. (Isa 66:23.) La palabra hebrea jó·dhesch, “mes” (Gé 7:11), viene de una raíz que significa “nuevo”, mientras que otra palabra para mes, yé·raj, significa “lunación”.

      MESES Sagrados

      MESES Seglares

      TIEMPO

      COSECHAS

      1.°

      7.°

      El Jordán crece (lluvias y se derrite la nieve)

      Cosechas de cebada y lino

      2.°

      8.°

      Comienza el tiempo seco. Cielos despejados

      Cosechas: cebada; trigo en zonas bajas

      3.°

      9.°

      Calor del verano. Atmósfera clara

      Cosecha del trigo. Brevas, algunas manzanas

      4.°

      10.°

      Aumenta el calor. Rocío en varios lugares

      Primeras uvas. Vegetación y manantiales se secan

      5.°

      11.°

      Máximo calor.

      Comienza la vendimia

      6.°

      12.°

      Continúa el calor

      Cosecha de los dátiles y de los higos del verano

      7.°

      1.°

      Termina el verano. Lluvias tempranas

      Concluye la cosecha. Se empieza a arar la tierra

      8.°

      2.°

      Lluvias ligeras

      Siembra de trigo y cebada. Recogida de la aceituna

      9.°

      3.°

      Aumentan las lluvias. Escarcha. Nieve en las montañas

      Crece la hierba

      10.°

      4.°

      Frío máximo. Lluvioso. Nieve en los montes

      Tierras bajas verdes. Cereales, aparecen las flores

      11.°

      5.°

      Tiempo menos frío. Continúa la lluvia

      Florecen los almendros. Higueras echan brotes

      12.°

      6.°

      Truenos y granizo frecuentes

      Florecen los algarrobos. Cosecha de cítricos

      13.°

       

      Se añadía un mes intercalar siete veces cada diecinueve años, llamado por lo general segundo Adar (Veadar)

      [Diagrama de la página 393]

      TABLA: Los meses del calendario bíblico

      La Biblia no indica qué método usaron en un principio para determinar cuándo se debían añadir los días adicionales o el mes intercalar. Sin embargo, es lógico pensar que utilizaran los equinoccios de primavera y de otoño para determinar cuándo se retrasaban las estaciones lo suficiente como para que se requiriese un ajuste. Aunque no se menciona específicamente en la Biblia, con este fin los israelitas añadieron un decimotercer mes, llamado en tiempos postexílicos Veadar, es decir, segundo Adar.

      El primer calendario judío estandarizado que se conoce es del siglo IV E.C. (c. 359 E.C.), cuando Hillel II especificó que los años de 13 meses deberían ser el tercero, sexto, octavo, undécimo, decimocuarto, decimoséptimo y decimonoveno de cada período de diecinueve años. Este ciclo de diecinueve años se conoce como el ciclo metónico, nombre derivado del matemático griego Metón (del siglo V a. E.C.), aunque hay prueba de que los babilonios perfeccionaron este ciclo con anterioridad. (Véase Babylonian Chronology, 626 B.C.-A.D. 75, de R. A. Parker y W. H. Dubberstein, 1971, págs. 1, 3, 6.) El ciclo toma en cuenta que cada diecinueve años la luna nueva y la luna llena vuelvan a caer en los mismos días del año solar.

      Los meses judíos iban de luna nueva a luna nueva. (Isa 66:23.) Por esta razón, la palabra hebrea jó·dhesch, traducida “mes” (Gé 7:11) o “luna nueva” (1Sa 20:27), está relacionada con ja·dhásch, que significa “nuevo”. Otra palabra para mes, yé·raj, se traduce “mes lunar”. (1Re 6:38.) En períodos posteriores se usaron señales de fuego o se envió a mensajeros para anunciar a la gente el comienzo del nuevo mes.

      En la Biblia los meses suelen designarse por su orden en el año, del primero al duodécimo. (Jos 4:19; Nú 9:11; 2Cr 15:10; Jer 52:6; Nú 33:38; Eze 8:1; Le 16:29; 1Re 12:32; Esd 10:9; 2Re 25:1; Dt 1:3; Jer 52:31.) Antes del exilio babilonio, solo se mencionan por nombre cuatro meses, a saber, Abib, el primer mes (Éx 13:4); Ziv, el segundo (1Re 6:37); Etanim, el séptimo (1Re 8:2), y Bul, el octavo. (1Re 6:38.) Los significados de estos nombres son estrictamente estacionales, una prueba más de que los israelitas utilizaban el año lunisolar. (Véanse los meses individuales por nombre.)

      En tiempos postexílicos los israelitas emplearon los nombres de los meses usados en Babilonia, de los que se mencionan siete: Nisán, el primer mes, que sustituía a Abib (Est 3:7); Siván, el tercer mes (Est 8:9); Elul, el sexto (Ne 6:15); Kislev, el noveno (Zac 7:1); Tebet, el décimo (Est 2:16); Sebat, el undécimo (Zac 1:7), y Adar, el duodécimo (Esd 6:15).

      Los nombres postexílicos de los restantes cinco meses aparecen en el Talmud judío y en otras obras. Son: Iyar, el segundo mes; Tamuz, el cuarto; Ab, el quinto; Tisri, el séptimo, y Hesván, el octavo. El decimotercer mes, que se intercalaba periódicamente, se llamaba Veadar, es decir, segundo Adar.

      Con el tiempo, la mayoría de los meses llegaron a tener un número específico de días. Nisán (Abib), Siván, Ab, Tisri (Etanim) y Sebat tenían 30 días cada uno, mientras que Iyar (Ziv), Tamuz, Elul y Tebet tenían 29 días cada uno. Sin embargo, Hesván (Bul), Kislev y Adar podían tener 29 ó 30 días. Las variaciones de estos últimos meses servían para ajustar el calendario lunar y también para que ciertas fiestas no cayeran en días que consideraban prohibidos líderes religiosos judíos de tiempos posteriores.

      Aunque el año sagrado comenzaba en la primavera con el mes de Abib (o Nisán), pues así lo había decretado Dios en el tiempo del éxodo (Éx 12:2; 13:4), el registro bíblico indica que con anterioridad los judíos calculaban el año de otoño a otoño. Esto dio lugar a dos calendarios: el sagrado y el seglar o agrícola. (Éx 23:16; 34:22; Le 23:34; Dt 16:13.) En tiempos postexílicos, el 1 de Tisri (septiembre-octubre) marcaba el comienzo del año seglar, y en esa fecha hoy se sigue celebrando el año nuevo judío, llamado Rosh Hashaná (Cabeza del Año).

      En 1908 se descubrió en Guézer un calendario rudimentario en hebreo antiguo, único en su género, que según cálculos data del siglo X a. E.C. Es un calendario agrícola que describe la actividad agrícola a partir del otoño. En síntesis, habla de dos meses para almacenaje, dos de siembra y dos de crecimiento en primavera, seguidos de un mes para arrancar el lino, uno para la cosecha de la cebada y uno de cosecha general; luego, dos meses para cuidar y podar las viñas, y, por fin, un mes de frutos del verano. (Le 26:5.)

      En el cuadro adjunto aparecen los meses según su orden en los calendarios sagrado y seglar, así como su correspondencia aproximada con los meses de nuestro calendario actual.

      Las frecuentes referencias de los evangelios y el libro de Hechos a las diversas fiestas muestran que el calendario judío seguía vigente en los días de Jesús y los apóstoles. Estas fiestas sirven de orientación para ubicar en el tiempo los acontecimientos bíblicos de aquellos días. (Mt 26:2; Mr 14:1; Lu 22:1; Jn 2:13, 23; 5:1; 6:4; 7:2, 37; 10:22; 11:55; Hch 2:1; 12:3, 4; 20:6, 16; 27:9.)

  • Calendario
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir