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Egipto, egipcioPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
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Tanto en tiempos antiguos como modernos, Egipto ha debido su existencia al río Nilo, con su fértil valle que se extiende como una cinta verde larga y estrecha a través de las regiones desérticas y resecas del África nororiental. El Bajo Egipto comprendía la vasta región del delta, donde las aguas del Nilo se abren en abanico antes de vaciarse en el mar Mediterráneo, en un tiempo, por medio de por lo menos cinco brazos separados, y hoy, solo por dos. Desde el punto donde divergen las aguas del Nilo (en la región de El Cairo moderno) hasta la costa marítima, hay aproximadamente 160 Km. La antigua Heliópolis (la bíblica On) se halla a poca distancia al N. de El Cairo, mientras que a pocos kilómetros al S. de El Cairo está Menfis (por lo general llamada Nof en la Biblia). (Gé 46:20; Jer 46:19; Os 9:6.) Hacia el S. de Menfis empieza la región del Alto Egipto, que se extiende a lo largo de todo el valle hasta la primera catarata del Nilo, en Asuán (la antigua Siene), a una distancia de unos 960 Km. No obstante, muchos doctos creen que es más lógico referirse a la parte septentrional de esta sección como Medio Egipto. Por toda esta región (del Medio y Alto Egipto), el valle llano del Nilo raras veces supera los 20 Km. de anchura, y está bordeado por ambos lados de abruptas pendientes calizas y areniscas, que forman el límite del desierto.
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Egipto, egipcioPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
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Economía dependiente del Nilo. Aunque hoy día las regiones desérticas que bordean el valle del Nilo tienen poca o ninguna vegetación para sustentar la vida animal, hay indicios de que en tiempos antiguos había en los uadis o valles torrenciales muchos animales que los egipcios cazaban. Sin embargo, en aquel entonces la lluvia era escasa, y en la actualidad aún lo es más (la precipitación anual en El Cairo es de unos 50 mm.). Por lo tanto, la vida en Egipto dependía de las aguas del Nilo.
Las fuentes del Nilo se originan en las montañas de Etiopía y tierras cercanas. En esa zona la precipitación durante la estación de lluvias era suficiente para hacer crecer el caudal del río, lo que ocasionaba que todos los años durante los meses de julio a septiembre sus riberas se inundasen en Egipto. (Compárese con Am 8:8; 9:5.) Esto no solo proveía agua para los canales de riego y cuencas, sino que también depositaba tierra de aluvión que enriquecía el suelo. Tan fértil era el valle del Nilo, y también su delta, que la región bien regada de Sodoma y Gomorra que contempló Lot se asemejó al “jardín de Jehová, como la tierra de Egipto”. (Gé 13:10.) Las inundaciones del Nilo eran variables; cuando eran bajas, la producción era pobre y como resultado había hambre. (Gé 41:29-31.) La ausencia total de inundaciones provocadas por el Nilo representaba un desastre de primer orden que podía convertir al país en un yermo desolado. (Isa 19:5-7; Eze 29:10-12.)
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