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  • Libro bíblico número 59: Santiago
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    • consiguiente, es muy probable que Santiago haya escrito su carta en una fecha tardía, quizás poco antes de 62 E.C., si son correctos tanto el relato de Josefo sobre los sucesos relacionados con la muerte de Festo como las fuentes que dicen que Festo murió alrededor de 62 E.C.

      5. ¿Qué prueba hay de la autenticidad de Santiago?

      5 En cuanto a la autenticidad de Santiago, la carta está incluida en los manuscritos Vaticano núm. 1209, Sinaítico y Alejandrino. Aparece en por lo menos diez catálogos antiguos anteriores al Concilio de Cartago de 397 E.C.b. Citaron mucho de ella escritores eclesiásticos primitivos. Una profunda armonía interna con lo restante de las Escrituras inspiradas se hace muy patente en los escritos de Santiago.

      6. a) ¿Qué circunstancias impulsaron a Santiago a escribir su carta? b) En vez de contradecir los argumentos de Pablo sobre la fe, ¿cómo los complementa Santiago?

      6 ¿Por qué escribió esta carta Santiago? Una consideración cuidadosa de la carta revela que ciertas circunstancias internas estaban causando dificultades entre los hermanos. Había un rebajamiento de las normas cristianas, sí, hasta se las pasaba por alto, de modo que algunas personas se habían convertido en adúlteras espirituales respecto a la amistad con el mundo. Personas que han querido inventar supuestas contradicciones han alegado que la carta de Santiago, que anima a desplegar fe mediante obras, anula los escritos de Pablo respecto a la salvación por fe y no por obras. Sin embargo, el contexto revela que Santiago se refiere a fe apoyada por obras y no solo por palabras, mientras que está claro que Pablo se refiere a las obras de la Ley. En realidad, Santiago complementa los argumentos de Pablo al ir un paso más allá cuando define cómo se manifiesta la fe. El consejo de Santiago sobre los problemas diarios del cristiano es sumamente práctico.

      7. ¿Cómo copia Santiago los métodos docentes de Jesús, y qué efecto tiene esto?

      7 Ilustraciones tomadas de la vida cotidiana, en las que hay animales, barcos, labradores y vegetación, apoyan de modo animado los argumentos de Santiago sobre la fe, la paciencia y el aguante. El que Santiago copie así los eficaces métodos docentes de Jesús comunica muchísima fuerza a su consejo. Esta carta graba en uno el agudo discernimiento que Santiago tenía de los móviles que impulsan a las personas.

      CONTENIDO DE SANTIAGO

      8. ¿Qué resultado tendrá el aguantar con paciencia, pero cuál será el resultado del deseo incorrecto?

      8 Aguantar con paciencia como “hacedores de la palabra” (1:1-27). Santiago empieza con palabras de estímulo: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas”. Mediante aguantar con paciencia se les hará completos. Si alguien carece de sabiduría, debe seguir pidiéndosela a Dios, sin dudar como si fuera una ola del mar impelida por el viento, sino con fe. El de condición humilde será ensalzado, pero el rico se desvanecerá como la flor que perece. Feliz es el hombre que aguanta la prueba, pues “recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo”. Dios no tienta al hombre con cosas malas para que caiga. Es el deseo incorrecto de uno mismo lo que se hace fecundo y da a luz el pecado, y este, a su vez, produce la muerte (1:2, 12, 22).

      9. ¿Qué está implicado en ser “hacedores de la palabra”, y qué forma de adoración aprueba Dios?

      9 ¿De dónde vienen todas las dádivas buenas? Del invariable “Padre de las luces celestes”. “Porque fue su voluntad —dice Santiago—, él nos produjo por la palabra de la verdad, para que fuéramos ciertas primicias de sus criaturas.” Por lo tanto, los cristianos deben ser prestos en cuanto a oír, lentos en cuanto a hablar, lentos en cuanto a ira, y deben desechar toda suciedad y maldad moral y aceptar la implantación de la palabra que salva. “Háganse hacedores de la palabra, y no solamente oidores.” Porque el que mira con cuidado en la ley de la libertad (semejante a un espejo) y persiste en ella “será feliz al hacerla”. La adoración formal del hombre que no refrena su lengua es vana, pero “la forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo” (1:17, 18, 22, 25, 27).

      10. a) ¿Qué distinciones deben evitarse? b) ¿Qué relación hay entre las obras y la fe?

      10 La fe perfeccionada por obras correctas (2:1-26). Los hermanos están haciendo distinciones y prefiriendo los ricos a los pobres. Pero ¿no es cierto que “Dios escogió a los que son pobres respecto al mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino”? ¿No son opresores los ricos? Los hermanos deben practicar la ley real: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”, y deben apartarse del favoritismo. También deben practicar misericordia porque, respecto a la Ley, el que viola un solo punto los viola todos. La fe sin obras carece de significado, al igual que decir a hermanos o hermanas en necesidad: “Manténganse calientes y bien alimentados”, sin prestar ayuda práctica. ¿Puede mostrarse la fe aparte de las obras? ¿No fue perfeccionada la fe de Abrahán por sus obras al ofrecer a Isaac sobre el altar? De igual manera, Rahab la ramera fue “declarada justa por obras”. De modo que la fe sin obras está muerta (2:5, 8, 16, 19, 25).

      11. a) ¿Mediante qué ilustraciones advierte Santiago respecto a la lengua? b) ¿Cómo se ha de manifestar sabiduría y entendimiento?

      11 Ejercer dominio de la lengua para enseñar sabiduría (3:1-18). Los hermanos deben ser cautelosos en cuanto a hacerse maestros, para que no reciban juicio más severo. Todos tropezamos muchas veces. Como un freno domina el cuerpo de un caballo y un pequeño timón domina un barco grande, así cierto miembro pequeño, la lengua, tiene gran poder. ¡Es como un fuego que puede incendiar un gran bosque! Los animales salvajes pueden ser domados más fácilmente que la lengua. Con esta los hombres bendicen a Jehová, pero maldicen a su semejante. Eso no es correcto. ¿Produce una fuente tanto agua amarga como dulce? ¿Puede una higuera producir aceitunas; una vid, higos; agua salada, agua dulce? Santiago pregunta: “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?”. Que muestre sus obras con mansedumbre y evite el espíritu de contradicción, alardes animales en contra de la verdad. Porque “la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita” (3:13, 17).

      12. a) ¿Qué condiciones malas existen en la congregación, y de qué fuente vienen? b) ¿Qué actitud debe evitarse, y qué cualidad debe cultivarse para alcanzar la aprobación de Jehová?

      12 Apartarse del placer sensual y la amistad con el mundo (4:1-17). “¿De qué fuente son las peleas entre ustedes?” Santiago contesta su propia pregunta: ¡“Sus deseos vehementes de placer sensual”! Los móviles de algunos son incorrectos. Los que quieren ser amigos del mundo son “adúlteras”, y se hacen enemigos de Dios. Por lo tanto, Santiago exhorta: “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. Jehová ensalzará al humilde. Así que los hermanos deben dejar de juzgarse unos a otros. Y como nadie puede estar seguro de que estará vivo de un día al siguiente, deben decir: “Si Jehová quiere, viviremos y también haremos esto o aquello”. El gloriarse es inicuo, y es un pecado saber lo que es correcto y no hacerlo (4:1, 4, 7, 8, 15).

      13. a) ¿Por qué se expresa un ay para los ricos? b) ¿Cómo ilustra Santiago la necesidad de paciencia y aguante, y con qué resultados?

      13 ¡Felices son los que aguantan con justicia (5:1-20)! ‘¡Lloren y aúllen, ricos!’, declara Santiago. ‘El moho de sus riquezas será testimonio contra ustedes. Jehová de los ejércitos ha oído los gritos por auxilio de los segadores a quienes ustedes han privado de su salario. Ustedes han vivido en lujo y placer sensual, y han condenado y asesinado al justo.’ No obstante, en vista de la proximidad de la presencia del Señor, los hermanos deben ejercer paciencia, como el labrador que espera su cosecha, y tomar en consideración el modelo de los profetas, “que hablaron en el nombre de Jehová”. ¡Felices son los que han aguantado! Los hermanos deben recordar el aguante de Job y el resultado que Jehová dio, “que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso” (5:1-6, 10, 11).

      14. ¿Qué consejo final se da sobre confesar pecados y sobre la oración?

      14 Que dejen de hacer juramentos. Más bien, que su “Sí signifique Sí”, y su “No, No”. Deben confesar abiertamente sus pecados y orar los unos por los otros. Como lo demuestran las oraciones de Elías, “el ruego del hombre justo [...] tiene mucho vigor”. Si alguno se deja extraviar de la verdad, el que lo haga volver “salvará su alma de la muerte y cubrirá una multitud de pecados” (5:12, 16, 20).

      POR QUÉ ES PROVECHOSO

      15. ¿Cómo aplica Santiago las Escrituras Hebreas? Ilustre.

      15 Aunque Santiago menciona solamente dos veces el nombre de Jesús (1:1; 2:1), da mucha aplicación práctica a las enseñanzas del Amo, como lo revela una comparación cuidadosa de la carta de Santiago con el Sermón del Monte. A la misma vez, el nombre de Jehová aparece 13 veces (Traducción del Nuevo Mundo), y Sus promesas se destacan como recompensas para los cristianos que conservan la fe (4:10; 5:11). Vez tras vez Santiago toma ilustraciones y citas convenientes de las Escrituras Hebreas para desarrollar su consejo práctico. Identifica la fuente por sus expresiones: “según la escritura”, “se cumplió la escritura” y “la escritura dice”; y pasa a aplicar tales pasajes al modo de vivir cristiano (2:8, 23; 4:5). Al aclarar puntos de consejo y edificar fe en la Palabra de Dios como conjunto armonioso, Santiago hace referencias apropiadas a las obras de fe de Abrahán, a la demostración de fe por Rahab mediante obras, al aguante fiel de Job y al hecho de que Elías dependió de la oración. (Sant. 2:21-25; 5:11, 17, 18; Gén. 22:9-12; Jos. 2:1-21; Job 1:20-22; 42:10; 1 Rey. 17:1; 18:41-45.)

      16. ¿Qué consejo y advertencias da Santiago, y de qué fuente viene tal sabiduría práctica?

      16 Es inestimable el consejo de Santiago de que seamos hacedores de la palabra y no simplemente oidores, que sigamos demostrando la fe por obras de justicia, que hallemos gozo en aguantar diversas pruebas, que sigamos pidiendo sabiduría a Dios, que siempre nos acerquemos a él en oración y que practiquemos la ley real: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. (Sant. 1:22; 2:24; 1:2, 5; 4:8; 5:13-18; 2:8.) Son enérgicas sus advertencias contra enseñar el error, usar la lengua de manera injuriosa, hacer distinción de clases en la congregación, desear con vehemencia placer sensual y confiar en las riquezas corruptibles (3:1, 8; 2:4; 4:3; 5:1, 5). Santiago dice claramente que la amistad con el mundo equivale a adulterio espiritual y enemistad con Dios, y define la forma práctica de adoración que es limpia a la vista de Dios: “cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo” (4:4; 1:27). Todo este consejo, tan práctico y fácil de entender, es exactamente lo que uno esperaría de esta ‘columna’ de la congregación cristiana primitiva. (Gál. 2:9.) Su bondadoso mensaje queda como guía para los cristianos en nuestros tiempos turbulentos, pues es “sabiduría de arriba”, que produce el “fruto de la justicia”. (Sant. 3:17, 18.)

      17. ¿Qué razón convincente se presenta para perseverar en obras de fidelidad?

      17 Santiago deseaba ayudar a sus hermanos a alcanzar su meta de vivir en el Reino de Dios. Por eso les da esta exhortación: “Ustedes también ejerzan paciencia; hagan firme su corazón, porque se ha acercado la presencia del Señor”. Ellos son felices si siguen aguantando la prueba, porque la aprobación de Dios significa recibir “la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo” (5:8; 1:12). De modo que la promesa de Dios acerca de la corona de la vida —sea vida inmortal en los cielos o vida eterna en la Tierra— se destaca como razón convincente para perseverar en obras de fidelidad. De seguro esta maravillosa carta nos animará a todos a seguir con empeño tras la meta de la vida eterna, sea en el cielo o en el nuevo mundo de Jehová gobernado por la Descendencia relacionada con el Reino, nuestro Señor Jesucristo (2:5).

  • Libro bíblico número 60: 1 Pedro
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    • Libro bíblico número 60: 1 Pedro

      Escritor: Pedro

      Dónde se escribió: Babilonia

      Cuándo se completó: c. 62–64 E.C.

      1. ¿Por qué tenían que soportar pruebas los cristianos, y por qué fue oportuna la primera carta de Pedro?

      A MEDIDA que los cristianos primitivos declararon en público las excelencias de Dios, la obra del Reino prosperó y aumentó por todo el Imperio Romano. Sin embargo, surgieron conceptos erróneos acerca de aquel grupo celoso. En primer lugar, su religión había provenido de Jerusalén y de entre los judíos, y algunos los confundían con los zelotes (celotas) judíos de mentalidad política a quienes irritaba el yugo romano y que eran una fuente constante de perturbación para los gobernadores locales. Además, los cristianos eran diferentes porque rehusaban hacer sacrificios al emperador o participar en las ceremonias religiosas paganas de aquel tiempo. Se hablaba contra ellos, y por su fe se veían obligados a soportar muchas pruebas. Al debido tiempo, y con previsión que denotaba inspiración divina, Pedro escribió su primera carta, en la que estimuló a los cristianos a estar firmes y les aconsejó en cuanto a cómo comportarse bajo Nerón, el César de entonces. Esta carta resultó ser sumamente oportuna cuando se considera la tormenta de persecución que estalló casi inmediatamente después.

      2. ¿Qué prueba que Pedro fue el escritor de la carta que lleva su nombre, y a quiénes se dirigió la carta?

      2 Las primeras palabras establecen que el escritor fue Pedro. Además, Ireneo, Clemente de Alejandría, Orígenes y Tertuliano citan de la carta y dicen que Pedro fue el escritora. La autenticidad de Primera de Pedro está tan bien atestiguada como la de cualquiera de las cartas inspiradas. Eusebio nos dice que los ancianos de la iglesia usaban la carta libremente; no había duda de la autenticidad de ella en sus días (c. 260-342 E.C.). Ignacio, Hermas y Bernabé, de principios del siglo II, hacen referencias a ellab. Primera de Pedro está en completa armonía con el resto de las Escrituras inspiradas y presenta un vigoroso mensaje a los cristianos de antecedentes judíos y no judíos que vivían como “residentes temporales esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia”... regiones de Asia Menor. (1 Ped. 1:1.)

      3. ¿Qué prueba hay de cuándo se escribió Primera de Pedro?

      3 ¿Cuándo se escribió esta carta? Su tono indica que los cristianos estaban experimentando pruebas, fuera que las causaran los paganos o los judíos no convertidos, pero que la campaña de persecución atribuida a Nerón, emprendida en 64 E.C., no había comenzado aún. Es patente que Pedro escribió la carta justamente antes de eso, probablemente entre 62 y 64 E.C. El que Marcos todavía estuviera con Pedro consolida tal conclusión. Durante el primer aprisionamiento de Pablo en Roma (c. 59-61 E.C.), Marcos estaba con Pablo, pero pronto viajaría a Asia Menor; y al tiempo del segundo aprisionamiento de Pablo (c. 65 E.C.), Marcos estaba por reunirse con Pablo de nuevo en Roma. (1 Ped. 5:13; Col. 4:10; 2 Tim. 4:11.) Mientras tanto, Marcos habría tenido la oportunidad de estar con Pedro en Babilonia.

      4, 5. a) ¿Qué refuta la afirmación de que Pedro escribió su primera carta desde Roma? b) ¿Qué indica que él escribió desde la Babilonia literal?

      4 ¿Dónde se escribió Primera de Pedro? Aunque los comentaristas bíblicos concuerdan en cuanto a la autenticidad, la canonicidad, el escritor y la fecha aproximada de su escritura, disienten en lo que toca al lugar donde se escribió. Según el testimonio de Pedro mismo, él escribió su primera carta mientras estaba en Babilonia. (1 Ped. 5:13.) Pero algunos afirman que él escribió desde Roma y dicen que “Babilonia” era un nombre críptico para Roma. Con todo, la prueba no apoya ese punto de vista. En ninguna parte de la Biblia se indica que Babilonia se refiera específicamente a Roma. Puesto que Pedro dirigió su carta a los que estaban en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia literales, de esto resulta lógicamente que su referencia a Babilonia fue al lugar literal que tenía ese nombre (1:1). Había buena razón para que Pedro estuviera en Babilonia. Se le habían encomendado ‘las buenas nuevas para los circuncisos’, y Babilonia contaba con una gran cantidad de pobladores judíos. (Gál. 2:7-9.) La Encyclopaedia Judaica, al considerar la producción del Talmud babilónico, se refiere a “las grandes academias de Babilonia” que tenía el judaísmo durante la era comúnc.

      5 Las Escrituras inspiradas, incluso las dos cartas escritas por Pedro, no mencionan en ningún lugar que él haya ido a Roma. Pablo estuvo en Roma y menciona su propia estadía allí, pero nunca dice que Pedro estuviera allí. Aunque Pablo menciona 35 nombres en su carta a los romanos y envía saludos por nombre a 26 personas, ¿por qué no menciona a Pedro? ¡Simplemente porque Pedro no estaba allí entonces! (Rom. 16:3-15.) Está claro que la “Babilonia” desde la cual Pedro escribió su primera carta fue la Babilonia literal que estaba a orillas del río Éufrates en Mesopotamia.

      CONTENIDO DE PRIMERA DE PEDRO

      6. ¿De qué esperanza escribe Pedro, y sobre qué base es posible el “nuevo nacimiento” a esta esperanza?

      6 El nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante Cristo (1:1-25). Al principio Pedro dirige la atención de sus lectores al “nuevo nacimiento a una esperanza viva” y a la herencia inmarcesible que está reservada para ellos en los cielos. Esto es según la misericordia de Dios mediante la resurrección de Jesucristo. Por eso “los escogidos” se regocijan en gran manera, aunque están contristados por diversas pruebas, para que la cualidad probada de su fe “sea hallada causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo”. Los profetas de la antigüedad, y aun ángeles, han indagado respecto a esta salvación. Por lo tanto, los escogidos deben fortificar su mente para actividad y poner su esperanza resueltamente en esa bondad inmerecida, mientras se hacen santos en toda su conducta. ¿No es esto apropiado en vista de que no se les libró con cosas corruptibles, sino “con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo”? Su “nuevo nacimiento” se efectúa mediante la palabra del Dios vivo y duradero, Jehová, palabra que dura para siempre y que se les ha declarado como buenas nuevas (1:1, 3, 7, 19, 23).

      7. a) ¿Como qué se edifica a los cristianos, y con qué propósito? b) Por ser residentes temporales, ¿cómo deben comportarse?

      7 Mantener conducta excelente entre las naciones (2:1–3:22). Como piedras vivas, a los cristianos se les edifica en una casa espiritual, mientras ofrecen sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo, la piedra angular de fundamento, que llegó a ser piedra de tropiezo para los desobedientes. Los que ejercen fe han llegado a ser ‘un sacerdocio real, una nación santa, para declarar en público las excelencias de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa’. Como residentes temporales entre las naciones, que se abstengan de los deseos carnales y mantengan conducta excelente. Que se sujeten a “toda creación humana”, sea a un rey o a sus gobernadores. Sí, que “honren a hombres de toda clase, tengan amor a toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, den honra al rey”. De igual modo, que los sirvientes estén en sujeción a sus dueños, con buena conciencia, mientras sobrellevan el sufrimiento injusto. Hasta Cristo, aunque no cometió pecados, se sometió a injurias y sufrimiento, dejando un “dechado” para que sus pasos se siguieran con sumo cuidado y atención (2:9, 13, 17, 21).

      8. a) ¿Qué buen consejo se da a las esposas y a los esposos? b) ¿Qué es necesario para que uno adquiera una buena conciencia ante Dios?

      8 La sujeción aplica también a las esposas, que mediante conducta casta junto con profundo respeto hasta pueden ganar a sus esposos incrédulos sin una palabra. El objeto de su interés no debe ser el adorno exterior. Debe ser igual al de la obediente Sara: “la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios”. Los esposos deben honrar a sus esposas como ‘vasos más débiles’ y verse como “herederos con ellas del favor inmerecido de la vida”. Todos los cristianos deben manifestar amor fraternal. “El que quiera amar la vida [...], apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras ella. Porque los ojos de Jehová están sobre los justos.” En vez de temer a los hombres, siempre deben estar listos para presentar una defensa de su esperanza. Es mejor sufrir por hacer el bien, si es la voluntad de Dios, que por hacer el mal. “Pues, hasta Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por injustos, para conducirlos a ustedes a Dios, habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu.” La fe de Noé, manifestada en la construcción del arca, tuvo como resultado la conservación de él y su familia. De manera correspondiente, los que, basados en su fe en el resucitado Cristo, se dedican a Dios, se bautizan en símbolo de esa fe y continúan haciendo la voluntad de Dios reciben salvación y Dios les concede una buena conciencia (3:4, 7, 10-12, 18).

      9. ¿Qué disposición mental deben tener los cristianos? ¿A pesar de qué?

      9 El regocijo de hacer la voluntad de Dios como cristianos, a pesar del sufrimiento (4:1–5:14). Los cristianos deben tener la misma disposición mental que Cristo y vivir solamente para hacer la voluntad de Dios, ya no la de las naciones, aunque estas hablen injuriosamente de ellos porque no siguen corriendo con ellas “al mismo bajo sumidero de disolución”. Puesto que el fin de todas las cosas se ha acercado, deben ser de juicio sano, vigilantes en cuanto a oraciones, y tenerse amor intenso unos a otros, mientras hacen todas las cosas para que Dios sea glorificado. Mientras ardan pruebas entre ellos, no deben estar perplejos, sino que deben regocijarse de ser partícipes de los sufrimientos del Cristo. No obstante, que ninguno sufra como malhechor. Dado que el juicio comienza en la casa de Dios, que “los que están sufriendo en armonía con la voluntad de Dios sigan encomendando sus almas a un fiel Creador mientras están haciendo el bien” (4:4, 19).

      10. ¿Qué consejo se da a los hombres de más edad y a los de menos edad, y con qué palabras vigorosas que infunden confianza concluye Primera de Pedro?

      10 Los ancianos deben pastorear el rebaño de Dios de buena gana, sí, con empeño. El ser ejemplos del rebaño les asegurará la inmarcesible corona de la gloria cuando sea manifestado el Pastor Principal. Que los hombres de menos edad estén en sujeción a los hombres de más edad, a la vez que todos tienen humildad mental, “porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes”. Que estén sólidos en la fe y sean vigilantes a causa del “león rugiente”, el Diablo. De nuevo resuenan palabras vigorosas que infunden confianza mientras Pedro concluye su exhortación: “Pero, después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda bondad inmerecida, que los llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará él mismo el entrenamiento de ustedes; él los hará firmes, él los hará fuertes. A él sea la potencia para siempre. Amén” (5:5, 8, 10, 11).

      POR QUÉ ES PROVECHOSO

      11. ¿Cómo refuerza Pedro el consejo de Jesús y el de Pablo en su consejo a los superintendentes?

      11 La primera carta de Pedro contiene buen consejo para los superintendentes. Pedro, reforzando el consejo de Jesús mismo en Juan 21:15-17 y el de Pablo en Hechos 20:25-35, muestra de nuevo que la obra del superintendente es una obra de pastoreo, que ha de hacerse de manera altruista, de buena gana y con empeño. El superintendente es un subpastor que sirve en sujeción al “pastor principal”, Jesucristo, y ante él es responsable del rebaño de Dios, cuyos intereses debe atender sirviendo de ejemplo y con toda humildad (5:2-4).

      12. a) ¿Qué sujeción relativa debe desplegarse para con los gobernantes y los dueños? b) ¿Qué consejo da Pedro sobre la sumisión de la esposa y la jefatura del esposo? c) ¿Qué cualidad cristiana se recalca por toda la carta?

      12 En la carta de Pedro se tratan muchos otros aspectos de la sujeción cristiana y se suministra excelente consejo. En 1 Pedro 2:13-17 se aconseja la debida sujeción a los gobernantes, como a un rey y a gobernadores. Sin embargo, esta sujeción ha de ser relativa, por causa del Señor y combinada con el “temor de Dios”, de quien los cristianos son esclavos. Se exhorta a los sirvientes de casa a estar en sujeción a sus dueños y soportar si tienen que sufrir “por motivo de conciencia para con Dios”. Las esposas reciben también consejo inestimable sobre la sujeción a sus esposos, incluso a los incrédulos, y se muestra que su conducta casta y respetuosa es “de gran valor a los ojos de Dios” y hasta puede ganar a sus esposos a la verdad. Aquí Pedro usa la ilustración de la fiel sumisión de Sara a Abrahán para recalcar el punto. (1 Ped. 2:17-20; 3:1-6; Gén. 18:12.) Los esposos, por su parte, deben ejercer su jefatura con la debida consideración al “vaso más débil”. Ampliando el mismo tema, Pedro exhorta: “De igual manera, ustedes, hombres de menos edad, estén en sujeción a los hombres de más edad”. Y entonces destaca la importancia de la humildad mental, una cualidad cristiana que se recalca por toda su carta. (1 Ped. 3:7-9; 5:5-7; 2:21-25.)

      13. a) ¿Cómo aclara Pedro en su carta el propósito por el cual Dios llama a la congregación cristiana? b) ¿A qué herencia gozosa señala Pedro, y quiénes la alcanzan?

      13 En un tiempo en que de nuevo se presentaban pruebas ardientes y persecuciones, Pedro suministró estímulo fortalecedor, y en verdad su carta es inestimable para todos los que se enfrentan con tales pruebas hoy día. Observe que Pedro usa las Escrituras Hebreas cuando cita las palabras de Jehová: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo”. (1 Ped. 1:16; Lev. 11:44.) Luego, de nuevo, en un pasaje donde abundan las referencias a otros escritos inspirados, él muestra cómo se edifica en una casa espiritual de piedras vivas sobre el fundamento de Cristo la congregación cristiana. ¿Y con qué fin? Pedro responde: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa”. (1 Ped. 2:4-10; Isa. 28:16; Sal. 118:22; Isa. 8:14; Éxo. 19:5, 6; Isa. 43:21; Ose. 1:10; 2:23.) A tal “sacerdocio real”, el sacerdocio general que comprende a la entera nación santa de Dios, Pedro extiende la promesa del Reino en cuanto a “una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible”, “la inmarcesible corona de la gloria”, “gloria eterna en unión con Cristo”. Así se les da mucho estímulo para que sigan regocijándose de modo que “también durante la revelación de su gloria se regocijen y se llenen de gran gozo”. (1 Ped. 1:4; 5:4, 10; 4:13.)

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