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Terremoto devasta a Guatemala¡Despertad! 1976 | 22 de mayo
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envió carpas y material galvanizado para techos. Las organizaciones sucursales de los testigos de Jehová de América Central y el centro de dirección de la Sociedad Watch Tower en Nueva York contribuyeron miles de dólares, y también hicieron donaciones individuos compasivos. Y en Guatemala misma las congregaciones de las zonas menos afectadas han provisto ayuda generosa en la forma de alimento y otros artículos necesarios además de dinero.
Como resultado, nos fue posible entregar muchas toneladas de alimento y ropa a los necesitados. Ciertamente fue un privilegio participar en llevar las provisiones a los pueblos y aldeas circundantes. En lugar tras lugar fuimos los primeros que llegaron allí con socorro. Por ejemplo, se informó que el primer camión que llegó con provisiones a Rabinal, un pueblo severamente azotado que está a unos 50 kilómetros al norte de la Ciudad de Guatemala, fue un camión de nuestra oficina sucursal.
Puesto que previmos que habría una escasez de madera y de material galvanizado para techos, entre las primeras cosas que hicimos fue comprar madera áspera de pino y material galvanizado para techos. Entonces Testigos diestros en construcción cargaron un camión con un aparato generador de fuerza motriz y sierras eléctricas y fueron a los pueblos y aldeas devastados de Chimaltenango. Allí se pusieron a erigir habitaciones de 2,74 metros por 2,74 metros para los Testigos que habían perdido sus hogares. Podían erigir una estructura de esta clase en una hora. Así sucedió que antes que otras agencias pudieran llegar con carpas a estas zonas, los testigos de Jehová tenían albergue.
Dos Salones del Reino en la Ciudad de Guatemala fueron severamente dañados, y tendrán que ser reedificados. Las congregaciones en otros pueblos también hallaron sus lugares de reunión arruinados. Pero los Testigos no están desanimados. Están muy ocupados en reconstruir. Tienen confianza en el futuro.
¿Por qué esa confianza?
Básicamente, se debe a su punto de vista espiritual. Entienden el significado de los grandes terremotos de la actualidad y, a pesar de la destrucción y aflicción que los terremotos a menudo causan, los testigos de Jehová ven en ellos razón para confiar en el futuro. Pero la población que es predominantemente católica romana tiene un punto de vista deprimente.
Lo siguiente sirve para ilustrar esto: Mientras visitaba a San Pedro Sacatepéquez el viernes después del terremoto, vi a un hombre que estaba escarbando con las manos y rebuscando en los restos de su casa; me dijo descorazonadamente: “Este es un castigo de Dios, porque hemos sido gente muy mala.”
¿Dónde, quizás se pregunte usted, consiguió él, y muchos otros entre esta gente humilde y trabajadora, semejante idea? La respuesta se hizo patente al día siguiente. El cardenal católico de Guatemala, Mario Casariego, dijo lo siguiente, según se le citó en el diario principal del país:
“En los momentos de las grandes calamidades de los pueblos, espontáneamente acude la enseñanza de la Sagrada Escritura: Dios ama y porque ama corrige, endereza, despierta. . . . ¿Y no habremos resistido tanto que hemos obligado a Dios a obrar así?” Entonces agregó que el ayudar a reedificar la catedral y otras iglesias que habían sido destruidas sería “el símbolo de un auténtico y personal volver a Dios.”—El Imparcial, 7 de febrero de 1976, página 6.
Pero los testigos de Jehová saben que la Biblia no enseña que Dios causó este terremoto para castigar a la gente. ¡De ninguna manera! Más bien, la Biblia predijo que “la señal” del fin de este inicuo sistema de cosas que está cerca, y de la presencia de Cristo en el poder del Reino, incluiría “grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento.” Y después de dar “la señal,” el gran profeta Jesucristo siguió diciendo lo siguiente para infundir ánimo: “Al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.”—Luc. 21:7-28; Mat. 24:3-14.
Por eso los testigos de Jehová, cuando ven evidencia tan poderosa como este terremoto de que se está cumpliendo la profecía bíblica, alzan la cabeza porque tienen confianza en que está muy cerca el nuevo sistema de cosas prometido por Dios. Hallamos que la gente perpleja de Guatemala ahora se muestra especialmente dispuesta a recibir este mensaje consolador de la Palabra de Dios. (2 Ped. 3:13; Rev. 21:3, 4) Aun antes del terremoto, cuando N. H. Knorr, un miembro del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, visitó a la Ciudad de Guatemala en diciembre de 1975, más de 5.000 personas se reunieron para oír el discurso bíblico que pronunció en el parque de béisbol en el Hipódromo del Norte. ¡Los concurrentes fueron más de dos veces mayor que la cantidad de Testigos que hay en la Ciudad de Guatemala!
El año 1976 habría de ser un año de gran importancia aquí. Un letrero en el edificio municipal de la Ciudad de Guatemala dice: 1776 DOSCIENTOS AÑOS 1976. El 6 de enero la ciudad había iniciado la celebración de su segundo centenario. La capital anterior había sido destruida por un terremoto, y el 6 de enero de 1776, se ocupó oficialmente la nueva capital.
Por lo tanto, en enero de 1976 había un ambiente de optimismo respecto al futuro de la Ciudad de Guatemala moderna, creciente. Pero cuando uno ve a personas que trabajan juntamente para reconstruir, y que confían en las profecías verídicas de la Palabra de Dios, ciertamente hay aun más razón para tener confianza de que será brillante el futuro de esas personas.
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Berlín Oriental y el Cercano Oriente de la antigüedad¡Despertad! 1976 | 22 de mayo
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Berlín Oriental y el Cercano Oriente de la antigüedad
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Alemania Occidental
BERLÍN ORIENTAL... ¿Qué viene a su memoria al oír la mención de esta ciudad? Quizás usted solo piense en un moderno Estado europeo bajo el dominio comunista donde predomina el ateísmo.
Sin embargo, ¿sabía usted, que Berlín Oriental tiene un tesoro de información acerca del Cercano Oriente de la antigüedad, parte del cual corrobora porciones de la Biblia? Estos materiales están ubicados en el famoso museo de Pérgamo cuyas colecciones del Cercano Oriente de la antigüedad se clasifican en el tercer lugar de importancia en el mundo, inmediatamente después del Museo Británico y el del Louvre.
¿Disfrutaría usted de saber algo acerca de los tesoros almacenados en este museo? Comencemos con los materiales de la ciudad de Pérgamo misma.
Hallazgos de la antigua Pérgamo
Este museo contiene una reconstrucción de un altar a Zeus conocido como “el altar de Pérgamo.” El altar mismo de la ofrenda quemada está ubicado en un recinto encima de un “edificio del altar.” Para llegar al altar hay que ascender una escalinata de 20 metros de ancho de 24 escalones, como si uno estuviera acercándose a una sala en que está un trono. A cada lado de la escalinata hay relieves de piedra grabados con figuras mitológicas. Pero, ¿por qué es de interés hoy esta reliquia de la antigua adoración pagana?
La Dra. Elizabeth Rode, que dirigió el trabajo de la reconstrucción, comenta en Pergamon, Burgberg und Altar (Pérgamo, terraplén del castillo y altar): “Se cree que se puede hallar el más antiguo testimonio
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