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¿Están las iglesias llevando a las naciones a chocar con Dios?La Atalaya 1972 | 1 de abril
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había hablado, y que no había subido a mi corazón.”—Jer. 19:5.
Si el lector abre la Biblia y lee Revelación 20:14, verá que el “lago de fuego,” que los clérigos han llamado por largo tiempo lugar de tormento eterno, realmente es simbólico, que significa la “muerte segunda,” no tormento. De hecho, el mismo infierno o Hades (que realmente es el sepulcro común de la humanidad) es destruido en este simbólico “lago de fuego.”
Muchos clérigos han aumentado el desagrado de Dios para con ellos al llamarlo mentiroso. Estos dicen que su Palabra no es inspirada, que los relatos de Adán y Eva y la caída del hombre, el Diluvio, los milagros y el parto virginal de Cristo son simples mitos y fábulas no confiables. Y hasta dicen que “Dios está muerto,” es decir, que no tiene nada que ver con el hombre y sus problemas.
DISIMULAN LA INMORALIDAD
Además, los líderes eclesiásticos en muchos casos han condonado la inmoralidad en sus congregaciones, pues no han expulsado a personas que practican la fornicación, el mentir y el hurtar. Algunos han hablado a favor del sexo premarital y hasta de sexo extramarital, y clérigos han ejecutado “bodas” entre homosexuales.
Los individuos en las iglesias que practican estas cosas sin duda condonarán tal acción clerical, diciendo que está en armonía con la “nueva moralidad” y el modernizar las ideas religiosas. Pero, ¿está representando el clero a Dios al efectuar o aprobar estas cosas? Precisamente lo contrario, pues la Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.” (Heb. 13:4) Además, la cólera de Dios se agita especialmente contra hombres que enseñan mentiras acerca de él, y que al mismo tiempo reciben dinero y apoyo material bajo el disfraz de ser representantes de Dios ante la gente.
El hecho nefasto es que las religiones, en particular las de la cristiandad, realmente han sido las que son principalmente responsables del derrotero de choque que están emprendiendo las naciones. ¿Cómo?
ORIGEN DEL CRISTIANISMO APÓSTATA
Bueno, el apóstol Pablo, no mucho antes de su muerte, predijo una apostasía del cristianismo verdadero. Durante su vida los apóstoles pudieron contener a los promotores de doctrina falsa en la congregación, no obstante Pablo dijo:
“Sin embargo, la expresión inspirada dice definitivamente que en períodos de tiempo posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios, por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, marcados en su conciencia como si fuera con hierro de marcar.”—1 Tim. 4:1, 2.
Pablo también dirigió estas palabras de advertencia a ciertos individuos que ocupaban posiciones de importancia en la congregación cristiana:
“Sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.”—Hech. 20:29, 30.
El apóstol Pedro así mismo expresó una fuerte advertencia parecida a ésa:
“Sin embargo, llegaron a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas y repudiarán aun al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. Además, muchos seguirán sus actos de conducta relajada, y por causa de éstos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio de tiempos antiguos no está moviéndose lentamente, y la destrucción de ellos no dormita.”—2 Ped. 2:1-3.
Esta apostasía de la adoración y doctrina verdaderas tuvo lugar y, especialmente desde el siglo cuarto, el cristianismo falso, apóstata floreció y llegó a estar unido con el Estado, llegando a ser una religión estatal. La zona en la que predominó llegó a llamarse “cristiandad” (que significa “dominio cristiano”). Esto fue diametralmente opuesto a las palabras de Cristo: “Mi reino no es parte de este mundo,” y “ellos [los discípulos de Jesús] no son parte del mundo.”—Juan 18:36; 17:14.
La historia registra que desde ese tiempo en adelante los líderes religiosos han sido los consejeros, sí, a menudo los directores, de los gobernantes nacionales. Donde no podían ejercer poder estaban dispuestos a provocar revolución o guerra contra los gobernantes que les ofrecían resistencia. Hoy, en los sitios en que no pueden estar en puestos favorecidos y poderosos entre los gobernantes nacionales, a menudo son prominentes entre los grupos rebeldes contra el gobierno establecido.
RESPONSABLES DE DERRAMAMIENTO DE SANGRE
Por esta razón toda la religión falsa, de la cual el cristianismo apóstata es la parte dominante, se describe en la Biblia como una “ciudad,” “Babilonia la Grande,” un imperio simbólico, porque tiene “un reino sobre los reyes de la tierra.” También, es personificada como una “ramera,” de quien se dice: “En ella se halló la sangre de profetas y de santos y de todos los que han sido muertos atrozmente en la tierra.”—Rev. 17:1, 2, 5, 18; 18:24.
Según los versículos 3, 12-14 del capítulo diecisiete de Revelación, la “ramera” cabalga una “bestia salvaje” simbólica cuyos cuernos representan “reyes” o gobernantes de la Tierra. Debido a la influencia de la “ramera” cabalgadora, estos reyes “combatirán con el Cordero,” Jesucristo. Aquí, entonces, hay evidencia adicional de que las religiones falsas de la Tierra realmente llevan la delantera, siendo principalmente responsables del derrotero de las naciones que llevará al choque.
¿Sorprende, entonces, que Dios esté disgustado con las religiones del mundo? En realidad, sería más sorprendente si él no obrara para vindicar Su nombre y para ayudar a las personas que también odian la inmoralidad y la corrupción de las iglesias, y las mentiras que se enseñan acerca de Dios.
‘Sí,’ quizás diga alguien, ‘Dios ha recibido bastante provocación para obrar. Sin embargo, ¿no es desamoroso el que él destruya a la gente a causa de las condiciones en las cuales la religión falsa y la política tienen tan grande responsabilidad? ¿No podría él simplemente efectuar un cambio de gobierno y perdonarle la vida a la gente?’ El artículo que sigue considera esta pregunta.
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¿Comparte la gente la responsabilidad con los gobernantes?La Atalaya 1972 | 1 de abril
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¿Comparte la gente la responsabilidad con los gobernantes?
SI LAS naciones chocan con Dios, inevitablemente habrá grande destrucción. Pero si los líderes religiosos y políticos están en primer plano en oponerse a Dios, ¿por qué debe sufrir la gente?
Bueno, ¿podemos culpar únicamente a los gobernantes? No. El hecho de que un gobierno simplemente refleja al pueblo que él gobierna lo reconocen los diplomáticos. “Todo país tiene el gobierno que merece,” fue la manera en que expresó la idea José de Maistre, diplomático francés que vio entrar el siglo diecinueve. Y William Penn, estadista británico, enseñó: “Los Gobiernos dependen de los hombres, más bien que los hombres de los Gobiernos. Sean buenos
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