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¿Por qué no sobrevivirá la cristiandad?La Atalaya 1979 | 15 de diciembre
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¿Por qué no sobrevivirá la cristiandad?
¡“Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen? . . . desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está obrando falsamente.”—Jer. 8:9, 10.
1. ¿Por qué no es extraño que Jerusalén haya de resultar una desilusión como factor para la paz?
TAL parece que la Jerusalén de hoy día, la ciudad que tres de las religiones principales de este mundo estiman tanto, está volviendo a desempeñar un papel de importancia mundial. ¿Resultará ser todavía la ciudad del Príncipe de Paz? ¿Resultará ser todavía el factor esencial para el establecimiento de la paz mundial? Respecto a estas cosas, ella resultará ser una desilusión para los que le atribuyen alto valor religioso. Esto no debería parecernos extraño, pues hasta la Jerusalén de la antigüedad le falló al mismísimo Dios cuyo glorioso templo coronaba la cima del monte Moría, una de sus famosas colinas.
2. (a) ¿Qué podemos perdernos si escuchamos a los voceros de la cristiandad? (b) ¿Qué ha levantado Jehová para dar advertencia a la cristiandad?
2 No estemos entre las personas que hoy día emprenden el proceder que conduce a una inevitable desilusión. La cristiandad, que pone grandes esperanzas en la Jerusalén moderna, desde hace mucho ha tenido voz imperante en asuntos religiosos y políticos. A pesar de su prestigio, es posible que perdamos la vida eterna que deseamos obtener si escuchamos lo que los voceros de ella dicen en este tiempo, el más crítico de toda la historia humana. Según la Palabra infalible del Dios a quien la cristiandad afirma adorar, ese sistema de supuesto cristianismo, de cristianismo nominal, está condenado a la destrucción, tal como lo estuvo la Jerusalén del día del profeta Jeremías. (Jer. 6:1-8) Por medio de personas plenamente dedicadas a Dios como Jeremías, se ha dado a la cristiandad la debida advertencia de la segura destrucción que le espera. Sí, tal como sucedió durante los días finales de Jerusalén en los días de Jeremías, Jehová Dios ha levantado a sus testigos ungidos a fin de que sean una moderna clase de Jeremías. (2 Cró. 36:15, 16) Con regularidad Jehová ha enviado a sus testigos cristianos a los miembros de las iglesias de la cristiandad como si él, por decirlo así, estuviera “madrugando diariamente y enviándolos.” (Jer. 7:25, 13) ¡Pero todo ha sido en vano!
3. En su respuesta a tal advertencia, ¿qué modelo han seguido los “profetas” y “sacerdotes” de la cristiandad?
3 Sin embargo, los “profetas” y “sacerdotes” de la cristiandad se han negado a prestar atención. A ellos no les gusta que otros les perturben sus “rebaños.” De modo que tranquilizan a sus “rebaños” dándoles seguridades falsas que contradicen las profecías de Dios. Así sucedió en el día de Jeremías. Así sucedió en los días de los apóstoles de Cristo. (Jer. 5:20, 21; Mat. 13:13-15; Hech. 28:25-27) ¿Queremos ser como esas personas engañadas y negarnos a prestar atención? ¡No!
CONFIANZA DESACERTADA EN AMULETO RELIGIOSO
4, 5. (a) ¿En qué clase de estructura cifra su confianza hoy día la gente de la cristiandad? (b) ¿Cómo describe Jeremías a personas que cometieron un error parecido en su día?
4 Millones de personas hoy día cifran su confianza en una estructura religiosa que está condenada a la destrucción. El clero de la cristiandad induce a los miembros de sus iglesias a ello. El pueblo de Jerusalén y de la tierra de Judá cometió un error parecido en los días de Jeremías. No deseamos imitarlos. Jehová Dios le mandó a Jeremías que se pusiera de pie en la puerta del templo de Jerusalén y públicamente dijera a los que entraban allí las siguientes palabras:
5 “‘No cifren su confianza en palabras falaces, diciendo: “¡El templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová son ellos!” . . . Aquí están ustedes cifrando su confianza en palabras falaces... ciertamente no será de ningún provecho en absoluto. ¿Acaso se puede hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso y hacer humo de sacrificio a Baal y andar tras otros dioses que ustedes no habían conocido, y acaso tienen que venir ustedes y estar de pie delante de mí en esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, y tienen que decir: “Ciertamente seremos librados,” a pesar de hacer todas estas cosas detestables? ¿Acaso esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre ha llegado a ser una mera cueva de salteadores a los ojos de ustedes? He aquí que yo mismo también lo he visto,’ es la expresión de Jehová.”—Jer. 7:4-11.
6. ¿En medio de qué acción usó Jesús la forma de expresión que usó Jeremías respecto al templo de Jerusalén?
6 Jeremías no fue autorizado para sacar del templo todas las cosas contaminadoras que habían puesto allí los que querían efectuar una fusión de la adoración de Jehová con la adoración pagana de ídolos. (Jer. 7:30, 31) Pero más de 630 años después de la destrucción de aquel templo, Jesucristo, como Hijo de Dios, limpió el templo reedificado de Jerusalén en dos ocasiones. Cuando hacía estas cosas, Jesús usó la forma de expresión que había usado Jeremías. Leemos: “Entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los bancos de los que vendían palomas. Y les dijo: ‘Está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración,” pero ustedes la hacen cueva de salteadores.’” (Mat. 21:12, 13; vea también Juan 2:15, 16.) Aquel templo contaminado fue destruido en 70 E.C.
7. (a) Al mismo tiempo que los religiosos de la cristiandad llevan a cabo su adoración, ¿en qué convierten su estructura religiosa? (b) ¿Qué llaman a Jesucristo, y sin embargo, qué los llamará él?
7 Particularmente desde 1919 E.C. la moderna clase de Jeremías ha estado llamando la atención del mundo a la condición contaminada de la cristiandad. Al mismo tiempo que los miembros de las iglesias llevan a cabo su adoración en este sistema de cosas supuestamente cristiano, toman parte en “hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso.” Hacen sacrificios religiosos a otros dioses (Baales, Señores) además de al Señor Jesucristo. Por móviles materialistas, convierten su estructura religiosa en una “mera cueva de salteadores.” (Jer. 7:9-11) A pesar de todas estas cosas que son detestables a Jehová, los religiosos de la cristiandad alaban insinceramente a Jesucristo y lo llaman “Señor.” Les parece que debido a que hacen esto todo está bien y que su adoración es acepta a Dios y Cristo. Pero Jesucristo los sorprenderá al llamarlos “obreros del desafuero,” debido a que no hacen la voluntad de su Padre.—Mat. 7:21-23.
8. ¿Por qué piensan los religiosos de la cristiandad que la vida de su estructura religiosa está protegida como por un amuleto?
8 Al igual que los israelitas a quienes Jeremías entregó el mensaje de Jehová, los religiosos de la cristiandad consideran que el “templo” de ellos, sobre el cual invocan el nombre de Cristo, es, por decirlo así, un amuleto que los protege de experimentar calamidad a manos de Dios. Señalan a su estructura de cosas nominalmente cristianas y dicen: “¡El templo de Jehová son ellos!” (Jer. 7:4) La Iglesia Católica Romana afirma que es apostólica por medio de establecer una línea de sucesores apostólicos que se remonta hasta los mismísimos doce apóstoles de Cristo. La Iglesia Anglicana de la Gran Bretaña hace algo semejante respecto a sus “obispos” (clero episcopal). Los patriarcados de las Iglesias Ortodoxas Orientales dependen de una imaginaria sucesión ininterrumpida de sus obispos que se remonta hasta los doce apóstoles, los cuales, según arguyen ellos, tuvieron sucesores apostólicos. El papado de Roma afirma que ha sido edificado sobre el apóstol Pedro como “esta piedra” y que por eso las “puertas del infierno” no pueden prevalecer sobre él. (Mat. 16:18, 19, Nácar-Colunga) Debido a tal alegada continuidad de cosas desde el propio día de Cristo, consideran que la vida de la cristiandad, como si estuviera protegida por un amuleto, está a salvo del exterminio.
9, 10. (a) ¿Qué pregunta surge acerca de los adoradores que cifran su confianza en la ‘vida protegida como por un amuleto’ de la cristiandad? (b) ¿Qué le dijo Jehová a Jeremías que dijera acerca de los judíos que confiaban en el templo de ellos?
9 Sin embargo, si alguien cifra su confianza en esa ‘vida protegida como por un amuleto’ de la cristiandad, ¿garantiza esto que esa persona está a salvo de la calamidad y de ser destruida con ella? El apóstol Pablo advierte que en “los últimos días” la gente ‘tendría una forma de devoción piadosa mas resultaría falsa a su poder; y,’ añadió, “de éstos apártate.” (2 Tim. 3:1-5) Pues bien, si una persona ejecuta una serie de formalidades exteriores en una casa o institución que supuestamente está dedicada a Dios pero que al mismo tiempo está contaminada con una mezcla de adoración falsa y mundanalidad, ¿asegura esto que la persona está protegida de la expresión de desagrado justo por parte de Dios? Bueno, ¿qué le dijo Jehová a Jeremías que dijera a los israelitas que confiaban en el “templo” de ellos? Escuche:
10 “‘Sin embargo, vayan, ahora, a mi lugar que estaba en Silo [a unos 32 kilómetros al norte de Jerusalén], donde al principio hice residir mi nombre, y vean lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Israel. Y ahora por la razón de que ustedes siguieron haciendo todas estas obras,’ es la expresión de Jehová, ‘y yo seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero no escucharon, y seguí llamándolos, pero no respondieron, yo ciertamente le haré también a la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, en la que ustedes están confiando, y al lugar que les di a ustedes y a sus antepasados, tal como le hice a Silo. Y ciertamente los arrojaré a ustedes de delante de mi rostro, tal como arrojé a todos sus hermanos, a toda la prole de Efraín.’”—Jer. 7:12-15.
11. En los días de Samuel, ¿qué sucedió en Silo que sacudió los sentimientos religiosos de los israelitas?
11 Lo que le sucedió a Silo en los días del joven profeta Samuel sacudió los sentimientos religiosos de los israelitas. Ellos confiaban en que la sagrada arca del pacto los salvara de ser derrotados por los filisteos. De modo que la sacaron del Santísimo del tabernáculo que estaba en Silo, y los infractores sacerdotales, los hijos del sumo sacerdote Elí, la llevaron al campo de batalla. Pero el Arca no los protegió de recibir las consecuencias de sus violaciones de la ley de Jehová. ¡Ay! el Arca cayó en manos de los filisteos paganos, los sacerdotes Ofni y Finees, hijos de Elí, murieron, y, al recibir las tristes noticias, el grueso sumo sacerdote Elí se desmayó, cayó hacia atrás, se quebró la cerviz y murió. Los israelitas continuaron bajo la opresión de los filisteos, y el Arca, el símbolo de la presencia de Jehová, jamás regresó a su lugar en el tabernáculo sagrado que se hallaba en Silo, aunque los filisteos idólatras plagados la enviaron de vuelta.—1 Sam. 3:1 a 7:2 inclusive.
12. ¿Cómo trató Jehová a Jerusalén y la tierra de Judá del modo que había tratado a la anteriormente favorecida Silo?
12 Por medio de Jeremías, Jehová advirtió que le haría a Jerusalén lo mismo que había hecho a la anteriormente favorecida Silo. De modo que dejó que los babilonios destruyeran a Jerusalén en 607 a. de la E.C. Hasta el templo que el rey Salomón había edificado y que alojaba el arca del pacto fue demolido. El Arca misma desapareció de todo registro, y hoy día no se conoce su paradero. Después de la calamidad que le sobrevino a Silo, los filisteos dejaron que los israelitas permanecieran allí. Pero después que los babilonios destruyeron a Jerusalén y su templo, deportaron a la mayoría de los judíos sobrevivientes a la lejana Babilonia. Por fin, los pocos judíos que quedaron atrás abandonaron su tierra en terror y huyeron a Egipto. Esto dejó la entera tierra de Judá deshabitada. ¡Así Jehová arrojó de delante de su rostro a aquellos judíos infractores del pacto!
13. ¿Qué lección debemos aprender de este caso de confianza desacertada?
13 Hoy en día nosotros debemos aprender una lección de esto. No debemos depositar nuestra confianza en lo que el clero de la cristiandad cree que servirá de amuleto religioso para salvarla de la extinción. La “grande tribulación” que en breve le sobrevendrá a la cristiandad será peor que aquella que le sobrevino a Jerusalén y su templo 37 años después que Jesús hubo limpiado lo que había sido convertido en una “mera cueva de salteadores,” el templo contaminado de Jerusalén.—Mat. 24:1, 2, 21, 22.
DE SANTIDAD RELIGIOSA A CONTAMINACIÓN
14. ¿Por qué no debemos orar a Dios por la preservación de la cristiandad?
14 Ningún verdadero amador del Dios de la Biblia pedirá en oración que jamás le sobrevenga a la cristiandad una cosa tan extraña como ésta. Jehová mandó a su profeta Jeremías que no pidiera en oración que Jerusalén y el templo profanado de ésta se salvaran de la ejecución de Su justa indignación. La moderna correspondencia de Jerusalén, la cristiandad, ha demostrado que es irreformable. Después de todos estos años en que Jehová ha estado enviando a sus testigos cristianos a advertir a la gente de la cristiandad, ella continúa en su maldad hasta tal grado que no hay perdón para ella.—Jer. 7:18-26; 5:7-9.
15, 16. (a) ¿En vista de qué proceder no merece lástima la cristiandad? (b) Al suministrar una ilustración de esto, ¿qué dijo Jehová en Jeremías 7:30, 31?
15 No debemos tener lástima de la cristiandad por el hecho de que su destrucción haya de afectar a tantas vidas humanas. El proceder de ella ha traído gran oprobio a Dios. ¿Por qué no deberíamos pensar, ante todo, en él? Él es más importante que todas las criaturas humanas. Piense en la manera en que la cristiandad con sus centenares de millones de miembros de las iglesias ha deshonrado el nombre de Él y ha perseguido a sus testigos fieles que han proclamado las advertencias y consejos salvavidas de él. ¿Sentimos más compasión por los seres humanos desobedientes, que no prestan atención, que por el nombre del Dios Altísimo? Es verdad que el que ellos perezcan con la cristiandad es lamentable, pero el proceder actual de vergonzosa conducta religiosa que ellos siguen no es menos lamentable. Como ilustración de esto, Jehová dijo:
16 “‘Los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos,’ es la expresión de Jehová. ‘Han puesto sus cosas repugnantes en la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, a fin de contaminarla. Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinón [fuera del muro meridional de Jerusalén], a fin de quemar [¿qué?] a sus hijos y sus hijas en el fuego, cosa que yo no había mandado y que no había subido a mi corazón.’”—Jer. 7:30, 31; note Levítico 18:21; 20:2-5.
17. (a) ¿Qué pregunta surge en cuanto a sentir lástima para con los sacrificios humanos y los padres que ofrecían aquellos sacrificios? (b) ¿Quién originó la idea de tales sacrificios humanos?
17 Pues bien, en cuanto a sentir lástima, ¿por quién sentimos más lástima? ¿Por los padres idólatras que se enfrentaban a un ajuste de cuentas con Jehová, o por los hijos e hijas que gritaban al ser ofrecidos como sacrificios humanos al falso dios Moloc (Rey), en un altar alto en Tofet en el valle del hijo de Hinón? (Jer. 32:35) ¿Cómo podían aquellos padres despiadados asociar semejante adoración del diabólico ídolo-dios Moloc con la adoración que se efectuaba en el santo templo que estaba situado precisamente al norte del valle? No era por mandato de Jehová que ellos ofrecían aquellos sacrificios humanos vivos a un dios falso. La idea de tales sacrificios humanos entró en el corazón de los apóstatas religiosos de entonces, pero nunca entró en el corazón de Jehová Dios. ¿Qué merecen los hombres que tratan de mezclar una adoración de esa índole con la adoración de Jehová?
18. Numéricamente, ¿qué comparación hay entre aquellos sacrificios de la antigüedad y los que la cristiandad ha ofrecido actualmente en menos de un siglo?
18 En cuanto a cantidad, cuando se comparan los sacrificios de niños que hacían los renegados “hijos de Judá” en aquel entonces con los sacrificios humanos que la cristiandad ha ofrecido a sus dioses no cristianos en el transcurso de los siglos, los primeros palidecen por su insignificancia. Aunque la cristiandad ha pretendido ser el reino visible del Príncipe de Paz, ella ha ofrecido innumerables hijos e hijas al dios de la guerra, su Moloc o “Rey.” En la actualidad, en menos de un siglo ella ha sacrificado a veintenas de millones de sus más excelentes miembros jóvenes de las iglesias en las dos guerras más sanguinarias de toda la historia humana, y en muchas guerras menores. Blasfemamente la cristiandad llama esto cristianismo. ¡Ella considera tales sacrificios como “el sacrificio supremo” que obtiene para los sacrificados un pasaporte inmediato a la presencia de Cristo allá en el cielo!
LOS SACRIFICIOS QUE AGRADAN A JEHOVÁ DIOS
19. Pues bien, ¿qué significa para el cristiano el presentar su cuerpo como “sacrificio vivo, santo” a Dios?
19 Jehová Dios no recomienda sacrificios de esa clase a los seguidores de su Hijo Jesucristo. Más bien, en Romanos 12:1, 2 inspiró al apóstol Pablo a escribir: “Les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio. Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” El que el cristiano presente su cuerpo como “sacrificio vivo, santo” no significa que se suicide o que haga que un sacerdote religioso le dé muerte y lo ofrezca sobre un altar. Eso no sería un “servicio sagrado con su facultad de raciocinio.” Lo que esto significa, más bien, es que el cristiano lleve una vida abnegada a favor del servicio de Dios, no que deliberadamente se haga un mártir con el propósito de ostentarse.
20. Al vivir de tal modo “acepto a Dios,” ¿qué sacrificio puede ofrecer a Dios el cristiano vivo?
20 Por medio de continuar viviendo de un modo “acepto a Dios,” el cristiano verdadero puede ofrecer a Dios los sacrificios que se mencionan en Hebreos 13:15, 16, a saber: “Por medio de él [Cristo, el Sumo Sacerdote de Dios] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre. Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios Dios se agrada mucho.”
21. En el caso de su pueblo escogido, ¿qué puso Jehová por delante de la ofrenda de víctimas animales? y, por eso, ¿qué puede decirse acerca de los sacrificios humanos?
21 Los sacrificios que se describen de este modo no admiten el que mezclemos la adoración de Jehová con la ofrenda de víctimas humanas o animales a los dioses falsos de este mundo. (Isa. 42:8) La cosa principal que Dios desea de su pueblo es obediencia, que obedezcamos “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” Cuando Jehová rescató a su pueblo escogido de una opresión mortífera en el antiguo Egipto, no puso en primer lugar, como de primera importancia, el que le ofrecieran sacrificios animales: “Pero esta palabra sí les expresé en mandato a ellos, diciendo: ‘Obedezcan mi voz, y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ustedes mismos llegarán a ser mi pueblo; y tienen que andar en todo el camino que yo les mande, a fin de que les vaya bien.’” (Jer. 7:22, 23; 1 Sam. 15:22) De modo que si Jehová no exigió sacrificios animales de su pueblo escogido, mucho menos pediría de ellos sacrificios humanos. La idea de hacer sacrificios humanos, como los que se ofrecían a Baal o Moloc, ni siquiera había “subido a [su] corazón.”—Jer. 7:31.
22, 23. (a) ¿Por qué se dice que la cristiandad, a pesar de todo su registro de derramamiento de sangre humana, no ha ofrecido sacrificios aceptos a Dios? (b) ¿Qué iba a sucederle a su prototipo de la antigüedad que muestra si ella ha de quedar sin castigo o no?
22 La cristiandad, a pesar de todo su registro sangriento de derramamiento de sangre humana, no ha ofrecido a Dios los sacrificios que le agradan a él. De parte de ella no ha habido obediencia al Dios de la Biblia. (Miq. 6:6-8) Hasta este día ella no se ha arrepentido de su proceder de desobediencia, a fin de ofrecer a Dios el sacrificio apropiado. “Los sacrificios para Dios son un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y aplastado, oh Dios, no lo despreciarás.” (Sal. 51:17) ¿Merece ella que no se le castigue? ¿Quedará sin castigar? Su prototipo de la antigüedad, Jerusalén, sufrió el debido castigo, tal como Jehová dijo:
23 “‘Por lo tanto, ¡mira! vienen días,’ es la expresión de Jehová, ‘cuando ya no se dirá que es Tofet y el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza; y tendrán que enterrar en Tofet sin que haya suficiente lugar. Y los cuerpos muertos de este pueblo tendrán que llegar a ser alimento para las criaturas volátiles de los cielos y para las bestias de la tierra, sin que nadie los haga temblar. Y ciertamente haré cesar de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia; porque el país llegará a ser solo un lugar devastado.’”—Jer. 7:32-34; 19:6-9.
24. ¿Cuándo ocurrió el cumplimiento típico de aquella profecía solemne?
24 Esta solemne profecía no se realizó durante el reinado del rey Josías, quien efectuó una obra de triturar ídolos y contaminó los lugares que habían sido dedicados a la adoración de Moloc y otros dioses demoníacos. (2 Rey. 23:3-20) El convertir a Tofet y el valle de Hinón en un valle de la matanza, en el que los cadáveres de los moradores de Judá quedaran diseminados, sin tumbas que impidieran que las aves y bestias que comen carne los devoraran, ocurrió en 607 a. de la E.C., cuando, después de un largo sitio, Jerusalén cayó ante los babilonios y los miserables sobrevivientes fueron deportados y la ciudad quedó convertida en una devastación. Por 70 años Jerusalén y Judá permanecieron desoladas.—2 Cró. 36:17-21.
25. En vista de lo anterior, la cristiandad no escapará del cumplimiento de ¿qué profecía de Jeremías?
25 A la cristiandad de hoy día, culpable de derramamiento de sangre, con sus costumbres paganas, sus tradiciones hechas por el hombre y su mezcla de filosofías paganas con enseñanzas bíblicas, no le irá mejor que a su prototipo de la antigüedad. No escapará de participar en el cumplimiento de la siguiente profecía de Jehová: “Una gran tormenta misma será levantada desde las partes más remotas de la tierra. Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra. No serán plañidos, ni serán recogidos ni enterrados. Quedarán como estiércol sobre la superficie del suelo.” (Jer. 25:32, 33) ¡No! La cristiandad no sobrevivirá a la inminente “grande tribulación.” (Mat. 24:1, 2, 21, 22) Además, ¡todo el resto del imperio mundial de la religión falsa la seguirá de cerca a la destrucción!
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Dicen “paz” cuando no hay ningunaLa Atalaya 1979 | 15 de diciembre
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Dicen “paz” cuando no hay ninguna
1. ¿Dónde se encuentra la clase de Jeremías de hoy día respecto a los que proclaman “¡paz!” cuando no hay ninguna?
EL PROFETA Jeremías no estuvo entre las personas de su día que estuvieron diciendo “¡Paz!” cuando no había ninguna. De igual manera, la clase de Jeremías de hoy día no está entre los voceros de la cristiandad que imitan a aquellos hombres que persistían en decir “¡Paz!” en el día de Jeremías. ¿Quiénes al fin resultarán ser los veraces: ¿esos proclamadores de “¡Paz!,” o aquellos a quienes se llama “anunciadores de calamidad”?
2, 3. (a) ¿A qué se están viendo obligados a acudir como fuente para una paz estable y duradera los hombres? (b) Para ilustrar lo inútil de tal fuente de paz, ¿qué se hizo que Jeremías dijera después?
2 Los hombres se están viendo obligados a mirar hacia el cielo en espera de ayuda sobrenatural en su empeño de ver que los asuntos mundiales queden resueltos y haya paz. Pero no es al Dios del profeta Jeremías de la antigüedad que acuden como la Fuente de una paz estable y duradera. ¡Las fuerzas sobrenaturales a las cuales acuden para la paz resultarán ser dioses falsos, absolutamente inútiles! Como advertencia para todos nosotros en cuanto a que los sueños infundados de paz por parte de reyes, príncipes, sacerdotes, profetas y la población preocupada serán violentamente deshechos cuando sus dioses falsos de la paz les fallen, se hizo que el profeta Jeremías dijera lo siguiente acerca de ese tiempo:
3 “‘En aquel tiempo [como se predijo en Jeremías 7:32-34],’ es la expresión de Jehová, ‘personas [los conquistadores babilonios] también sacarán de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá y los huesos de sus príncipes y los huesos de los sacerdotes y los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén. Y realmente los tenderán al sol y a la luna y a todo el ejército [estrellado] de los cielos a los que ellos han amado [como objetos de adoración] y a los que han servido y tras los cuales han andado y que han buscado y ante los cuales se han inclinado. No serán recogidos [los huesos], ni serán enterrados. Como estiércol sobre la haz del suelo llegarán a ser.’”—Jer. 8:1, 2.a
4. Por eso, ¿qué manifiesta para los adoradores de dioses falsos la profanación de los sepulcros, y qué no merecen tener esos adoradores?
4 Ah, sí, los cuerpos celestes que habían resplandecido de manera tan prometedora sobre los habitantes de Jerusalén y la tierra de Judá mirarían entonces hacia abajo muy impotentes durante aquel tiempo calamitoso en que se resolvería la cuestión: ¿Quién es el Dios de la verdad? La profanación de los sepulcros de personas que habían sido prominentes en la religión y la política mostraría el desprecio que se sentía para con las personas que habían adorado a dioses falsos en violación de los Diez Mandamientos de Jehová. Hasta la paz en que dormían en la muerte sería violada. (Job 3:13-19) A los ojos de Jehová, los adoradores devotos de dioses falsos no se ganan santidad que los proteja, y especialmente no cuando alegan que están en relación cristiana con el Dios de la Biblia y sin embargo violan sus mandamientos claramente expresados. (Éxo. 20:1-6; 1 Juan 5:21; 2 Cor. 6:16) ¡No merecen tener el respeto que se da a los muertos!
5. ¿Cómo descubrirán los perseguidores de los testigos de Jehová que sus provocaciones sarcásticas respecto a Jehová aplican a sus propios dioses?
5 Por eso vendrá el día de ajuste de cuentas para los que han perseguido a los testigos cristianos de Jehová y les han presentado una provocación sarcástica con las palabras desafiadoras: ‘¿Dónde está su Dios Jehová? ¡Que venga y los salve ahora!’ (Sal. 22:7, 8) En la cercana “grande tribulación” en la cual la cristiandad será derribada, los perseguidores que la complacieron por medio de sus actos descubrirán si los dioses falsos de ellos pueden ayudarles o no. Entonces aprenderán que sus dioses no podrán salvarlos de ser juzgados por el Dios contra el cual expresaban burla.
6, 7. (a) ¿Qué hubieran preferido los que fueron deportados a Babilonia, y por qué? (b) A pesar de los llamamientos de Jehová para que se regrese a él, ¿cómo se ha respondido de la misma manera que en el día de Jeremías?
6 En el día de Jeremías habría sobrevivientes de la destrucción de Jerusalén. ¿Qué les sucedería a éstos? Serían deportados a la tierra de Babilonia. Allí, en lo que tocaba a ellos, “la muerte ciertamente será escogida más bien que la vida.” (Jer. 8:3) Aunque Jehová hizo un llamamiento a los israelitas que violaban su pacto para que volvieran a entrar en una relación pacífica con él, ellos tomaron el “proceder popular” de este mundo hasta 607 a. de la E.C. Por eso, no colocaron un fundamento seguro para un futuro pacífico bajo la bendición de Jehová. En los tiempos modernos, también, la cristiandad ha adoptado el proceder popular. Por décadas desde 1919 E.C., la clase de Jeremías compuesta de testigos ungidos de Jehová ha dado a conocer la manera en que se puede regresar a relaciones pacíficas con el Dios de la Biblia. Pero la mayoría de los miembros de las iglesias de la cristiandad han rehusado escuchar. Es tal como lo que dijo Jeremías:
7 “¿Por qué será que este pueblo, Jerusalén, es infiel con una infidelidad duradera? Se han asido de la artimaña; han rehusado volverse atrás. . . . No había hombre alguno que se arrepintiera de su maldad, diciendo: ‘¿Qué he hecho?’ Cada uno está volviéndose al proceder popular.”—Jer. 8:4-6.
8. La dificultad en aquel tiempo consistía en ¿qué falta de discernimiento, como la que también hay ahora?
8 ¿Qué dificultad existía allá en el día de Jeremías durante el tiempo en que Jehová inspeccionó al pueblo que estaba en pacto con él? Además, ¿qué dificultad existe hoy con relación a la gente de la cristiandad? Esa dificultad era, y es, el hecho de que no usan sus poderes de discernimiento, como los que tienen las aves migratorias para discernir el tiempo en que llega la primavera. Las aves que, habiendo venido del norte, se hubieran refugiado en zonas meridionales calientes durante el invierno norteño como el de Palestina, regresan prontamente a sus lugares de habitación y apareamiento allá en el norte. “Pero en cuanto a mi pueblo,” dice Jehová, estableciendo un contraste, “no ha llegado a conocer el juicio de Jehová.” (Jer. 8:7) Lo mismo sucedió en los días de Jesús y sus apóstoles, antes de que los romanos destruyeran a Jerusalén en 70 E.C. (Mat. 16:2-4; Luc. 19:44) La situación ha resultado ser igual con relación a la cristiandad en estos días de la clase de Jeremías.
NO SE SANA EL QUEBRANTO
9, 10. (a) ¿Con qué como base alega el clero de la cristiandad que es sabio y versado en la ley? (b) En refutación de lo que el clero alega, ¿qué vista nos da Jehová de antemano de las consecuencias de los tratos de ellos?
9 El clero de la cristiandad alega que es sabio, no debido básicamente a que tenga la Biblia, sino debido a que tiene entrenamiento en seminarios teológicos. Estas personas insisten en que están informadas en cuanto a la ley del Dios de la Biblia y saben interpretarla y aplicarla. Pero el Dios de la Biblia sabe que no es así. Él dirige la mirada al futuro cercano, cuando en realidad el clero tenga que afrontar las consecuencias de su manejo de los asuntos de la cristiandad. Viendo de antemano esto, Jehová dice:
10 “¿Cómo pueden decir ustedes: ‘Somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros’? Seguramente, pues [al estallar la dificultad final], el estilo falso de los secretarios ha ido introduciendo pura falsedad. Los sabios han quedado avergonzados. Se han aterrorizado y serán atrapados. ¡Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen? Por lo tanto [cuando las fuerzas enemigas invadan] daré sus esposas a otros hombres, sus campos a los que tomen posesión; porque, desde el menor aun hasta el mayor, cada uno está sacando ganancia injusta; desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está obrando falsamente.”—Jer. 8:8-10.
11, 12. (a) ¿Cómo ha ‘introducido pura falsedad’ el “estilo . . . de los secretarios” de la cristiandad? (b) Según Jeremías 8:9, ¿a qué se debe que la pluma de los escritores de la cristiandad haya escrito cosas falsas?
11 Porque ha escrito cosas que contradicen lo que Jehová ha predicho, pronto se verá que el “estilo . . . de los secretarios” de la cristiandad del día moderno ha sido una pluma ‘falsa.’ No ha escrito la verdad. Por consiguiente, en este “tiempo del fin,” cuando tanto se ha escrito a favor de la cristiandad, esa pluma o “estilo” de índole religiosa ciertamente ha “ido introduciendo pura falsedad.” (Dan. 12:9) ¿A qué se ha debido esto?
12 “¡Miren!” dijo Jehová en Jeremías 8:9: “Ellos [los supuestamente sabios] han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?” Ah sí, el clero de la cristiandad quizás cite un texto temático de la Biblia, pero en el sermón que da después se aparta de lo que la Biblia dice. Son individuos que enseñan tradiciones hechas por el hombre que invalidan la Palabra escrita de Dios. Consideran política o un programa popular de reforma social. Presentan la apariencia de ser divinamente “sabios,” pero ponen la filosofía griega y la “sabiduría de este mundo” por encima de lo que la Biblia dice acerca del alma humana, acerca de la condición de los muertos, acerca de la personalidad de Dios, y así por el estilo. (1 Cor. 3:19) Sin embargo, se encaminan a una trampa. Al fin serán “atrapados” por el fracaso de sus propias normas que son sabias a la manera del mundo. Quedan avergonzados y sujetos a consecuencias aterradoras.
13. ¿Quiénes son principalmente responsables por el hecho de que los miembros de las iglesias de la cristiandad obtengan “ganancia injusta,” desde el menor hasta el mayor de ellos? ¿Y por qué?
13 El clero ha estimulado a sus “rebaños” a envolverse en actividades mundanas que prometen fama o recompensas materiales. Ha favorecido a los ricos para mal de los pobres. Ha exigido compensación financiera por sus servicios religiosos. Al dar tal ejemplo, lleva mucha responsabilidad por el hecho de que los miembros de sus iglesias, desde el menor hasta el mayor, pongan los intereses espirituales en último lugar y la “ganancia injusta” y la “ganancia falta de honradez” en primer lugar. (1 Ped. 5:1, 2) ¡Cuán apropiado, pues, es que Jehová no evite que esos supuestos cristianos pierdan toda su “ganancia injusta” en la cercana “grande tribulación” que le viene a la cristiandad! Así, la Palabra profética de Jehová se realizará en ellos.
14. ¿Hasta qué grado ha curado el clero el quebranto espiritual de la cristiandad?
14 Todavía la gente considera al clero de la cristiandad como médicos espirituales. Pero desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918, ¿han logrado ellos curar o sanar la herida espiritual, “el quebranto [hebreo: shéber],” que la cristiandad ha sufrido? El registro de 60 años desde entonces suministra los hechos acerca del clero y sus líderes religiosos asociados. Muestra que el clero no ha llegado a la causa y raíz de lo que aflige a la cristiandad y a la razón por la cual ella no saldrá con vida de la “grande tribulación,” sino que experimentará destrucción bajo el juicio adverso de Dios. El clero simplemente sigue tratando los síntomas, pero no trata la verdadera causa del estado de condenación en que se encuentra la cristiandad delante de Dios. Ha sanado el quebranto de ella superficialmente, ligeramente, por encima, “livianamente,” como si fuera un asunto de leve importancia para Jehová Dios.
15. ¿Qué piensa el clero de los remedios religiosos que ha aplicado, y con qué palabras tranquiliza a sus rebaños?
15 Desde el fin de la I Guerra Mundial la cristiandad ha crecido tremendamente en el número de miembros de las iglesias, pero ¿qué hay de la condición espiritual de esos miembros y su relación con Jehová Dios? Los remedios religiosos que el clero ha aplicado no han causado mejora en los asuntos, no han impedido que la mundanalidad crasa invada las iglesias. No es necesario que demos los detalles de esto a nuestros lectores. El clero tiene mucha confianza en los remedios que ha aplicado. Con palabras que ponen fuera de guardia a sus rebaños dolientes, los “sacerdotes” y “profetas” de la actualidad siguen tranquilizando a la cristiandad con las palabras: “Todo está bien” o “Marcha bien, muy bien.”—Jer. 8:11; Versión Popular y Nueva Biblia Española.
16. ¿Cómo se expresa el clero de manera contraria a lo que dice la clase de Jeremías?
16 De este modo estos líderes religiosos obran con falsedad. Hacen que sus rebaños piensen que no hay nada fundamentalmente malo en la cristiandad. Aseguran que la relación de ella con Dios es buena, y por lo tanto no hay que esperar tribulación de manos de él. Por eso, no prestan atención a las predicciones que hace la clase de Jeremías acerca de la pronta destrucción de la cristiandad en una “grande tribulación.”—Jer. 6:14.
17. ¿Por qué no hay en realidad ninguna paz entre Jehová y la cristiandad?
17 Los voceros de la cristiandad falsifican la situación amenazadora al dar tales seguridades de paz, “cuando no hay paz.” No hay relación pacífica entre Jehová Dios y la cristiandad. Los pecados de ella no están cubiertos por la sangre expiatoria de Cristo. La masa acumulada de pecados de ella llega hasta el cielo y no puede ser perdonada. Por eso, Dios no está en paz con ella. Lo que le espera a ella es destrucción, no “paz” o prosperidad espiritual, porque, vergonzosamente, su clero y los miembros de sus iglesias ‘han hecho aun lo que es detestable’ a Jehová.—Jer. 8:12.
18. ¿Cómo le vendrá la destrucción a la cristiandad, y hasta qué grado habrá destrucción?
18 Puesto que el clero y sus rebaños se encuentran fuera de guardia, la destrucción les sobrevendrá “de repente,” sí, como si fuera “en un momento.” (Jer. 4:20; 6:25, 26) Desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918 Jehová ha hecho una inspección minuciosa de la cristiandad, y dentro de poco, a Su tiempo señalado, tendrá que darle la atención debida, tal como hizo respecto a la Jerusalén antigua. Entonces los religiosos de ella que confían en sí mismos tropezarán y caerán en la destrucción. Jehová los barrerá por completo; no quedará nada que rebuscar. Las cosas materiales que Jehová les ha permitido adquirir “pasarán cerca de ellos” e irán a parar en manos del enemigo.—Jer. 8:12, 13.
19. (a) ¿Qué dijo Jesús a sus discípulos que hicieran cuando hubiera indicación de que pronto Jerusalén sería destruida? (b) ¿Qué hicieron las personas que se hallaban en el campo abierto en el día de Jeremías, aunque quedarían desilusionadas de lo que esperaban?
19 Allá en el año 33 E.C., cuando Cristo predijo la destrucción que le sobrevendría a Jerusalén en 70 E.C., ¿que dijo él que los judíos deberían hacer? Salir de Jerusalén y toda la provincia de Judea cuando hubiera indicación de que la destrucción que venía estaba cerca. La persona que estuviera en el campo o en las zonas rurales no debería entrar en Jerusalén, sino salir inmediatamente de toda Judea, para alcanzar seguridad y sobrevivir. (Mat. 24:15-18; Luc. 21:20, 21) Pero en el día de Jeremías, cuando se acercaron los destructores que venían de Babilonia, la gente pensó que era mejor abandonar el campo abierto y refugiarse en Jerusalén y otras ciudades fortificadas. Allí, en aquellos lugares que posiblemente resistieran durante el sitio, preferían bajar al silencio de la muerte, si era necesario. Pero no vino ayuda de Jehová, el Dios del templo de ellos. En vez de eso, él dejó que ellos bebieran una bebida amarga, mortífera “agua envenenada.” Debido a lo que aseguraban sus falsos “profetas,” “hubo un esperar paz,” pero ¿qué pasó? “Pero no vino ningún bien; tiempo de curación, pero, ¡miren! ¡terror!” A sus oídos llegaban los sonidos o informes de las fuerzas invasoras que traían destrucción.—Jer. 8:14-16.
20. Según Jeremías 8:17, ¿quién fue responsable de que se enviaran las fuerzas mortíferas, y cómo se cumplió esta profecía?
20 En el día de Jeremías Jehová fue Quien envió sus agentes de destrucción contra los israelitas que habían quebrantado su pacto. Ellos habían hecho casas que eran detestables para él, y habían contaminado Su templo y Su país. “‘Pues aquí estoy enviando entre ustedes serpientes, culebras venenosas, para las cuales no hay encantamiento, y ciertamente los picarán,’ es la expresión de Jehová.” (Jer. 8:17) En aquel tiempo no había en Israel ningún Moisés para que levantara sobre un palo una culebra de cobre de modo que los israelitas se sanaran de la mordedura de serpientes por medio de simplemente dirigir con fe la vista hacia la culebra de cobre. (Núm. 21:4-9; Juan 3:14, 15) Los destructores y desoladores babilonios estaban resueltos; allá en 609 a. de la E.C. nada de lo que hicieran los israelitas bajo sitio podía tener efecto de encantamiento en los babilonios de modo que se alejaran de la tarea que Dios les había dado. Las “ciudades fortificadas,” en las cuales los israelitas se habían refugiado, no podían escudarlos del juicio de Jehová.
21. En Jeremías 8:18, 19, ¿cómo mostró Jehová que su corazón no sentía placer por traer la calamidad nacional?
21 Jehová no sentía placer en su corazón por traer esta calamidad nacional. Por eso, dio advertencia debida y predijo que la tierra de Judá quedaría sin población y que la mayoría de los sobrevivientes serían deportados a la lejana Babilonia. Allí, los miserables deportados, sorprendidos ante la ‘obra extraña’ de Jehová, clamarían a él pidiéndole ayuda. Por eso dijo: “Un desconsuelo que no tiene remedio ha subido en mí. Mi corazón está enfermo. Aquí hay el sonido del clamor por auxilio de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana [Babilonia]: ‘¿No está Jehová en Sión? ¿O no está en ella su rey?’”—Jer. 8:18, 19.
22. ¿Por qué pareció extraña aquella obra de Dios, y qué razón había para ella, según dijo Jehová?
22 Los exiliados judíos no podrían aceptar la idea de que Jehová dejaría a Jerusalén (Sión) en condición tan rebajada, sin templo como la casa de su Dios y sin trono real en el cual se sentara un descendiente del rey David como rey ungido de Jehová. ¡Qué oprobio a Su nombre, por el momento! Extraño como aquello fue en aquel tiempo, la destrucción inminente de la cristiandad parecerá más extraña todavía. Jehová muestra por qué viene esta destrucción en la respuesta que da al clamor de los exiliados judíos por ayuda: “¿Por qué es que me han ofendido con sus imágenes esculpidas, con sus vanos dioses extranjeros?”—Jer. 8:19b; Isa. 28:21.
23. Según Jeremías 8:20, ¿qué pasará con las esperanzas de salvación por sus obras de los de la cristiandad?
23 Las esperanzas de salvación de la cristiandad no son bíblicas; ¡tienen que perecer! Ha de venir el tiempo en que los que se adhieren a la cristiandad tengan que decir: “¡Ha pasado la siega, se ha acabado el verano [para la producción de medios de salvación]; pero en cuanto a nosotros, no hemos sido salvados!” (Jer. 8:20) ¡Que no estemos entre los que dicen esto!
24. ¿Qué exclamación de Jeremías 8:21, 22 refleja el desconsuelo de algunos al oír nuestro mensaje?
24 Puede ser que personas que hoy se adhieren a la cristiandad sientan desconsuelo al oír el mensaje que nosotros llevamos. Hace mucho tiempo Jeremías sintió desconsuelo ante la perspectiva de que le viniera destrucción al templo en el cual servía como sacerdote y debido a que la nación de la cual él era miembro hubiera de sufrir degüello y dispersión. Desesperando del recobro espiritual de su propio pueblo y con toda sinceridad y sin sentimientos de venganza, pudo exclamar: “Por el quebranto [shéber, o desbaratamiento] de la hija de mi pueblo he quedado desbaratado [shabar]. Me he entristecido. Pasmo absoluto se ha apoderado de mí. ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿O no hay sanador allí? ¿Por qué es, entonces, que no ha subido el recobro de la hija de mi pueblo?”—Jer. 8:21, 22.
25. ¿Tiene disponible la cristiandad algún remedio que la sane? ¿Qué deben hacer ahora los que aman la paz duradera?
25 La condición espiritual de desbaratamiento de la antigua Jerusalén y la tierra de Judá no podía ser sanada. Por lo tanto, los babilonios ciertamente los desbarataron en 607 a. de la E.C. Hoy, en esta fecha tardía, no existe ningún espiritual ‘bálsamo de Galaad’ que pueda sanar a la cristiandad. Por eso, ahora, antes que la destrucción la azote “de repente,” que todos los que aman la paz verdadera y duradera con Jehová Dios huyan de ella.
(Esta serie sobre Jeremías continuará)
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