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  • El cántico vituperador contra Satanás el Diablo

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  • El cántico vituperador contra Satanás el Diablo
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1950
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  • EL TIEMPO Y LAS CIRCUNSTANCIAS CONCOMITANTES PARA EL CÁNTICO
  • ¿HAN COMENZADO A CANTAR?
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1950
w50 1/4 págs. 99-103

El cántico vituperador contra Satanás el Diablo

“¡Cómo has caído de los cielos, oh refulgente, hijo de la aurora! Has sido cortado hasta la tierra, oh debilitador de las naciones.”—Isa. 14:12, Young (en inglés).

1. ¿Qué cántico ha provisto Dios ahora? ¿Para beneficio de quién ha de cantarse?

JEHOVÁ ha proporcionado un cántico para que se cante ahora contra su enemigo principal, Satanás el Diablo. Vitupera a ese enemigo de toda la justicia. Es una notificación anticipada de la humillación y la desgracia que en breve vendrá sobre él. Él ha tenido su día. Ha pasado la cumbre de su ascensión y ya va descendiendo. Tiene toda razón para saberlo, pero si no quiere reconocerlo y prefiere pelear contra lo inevitable en mortificación amarga, Jehová Dios se lo hará recordar. Las palabras del cántico vituperador que Dios hizo que se compusiera bajo inspiración hace más de veintiséis siglos, él mismo las aclara hoy día. Irresistiblemente mueve sus cantores a expresar las palabras durante estos últimos días de la organización mundial de Satanás. El cántico vituperador no se canta para beneficio de ese inicuo. Ya se sabe que él nunca se reformará. El cantar es para beneficio de todos los que por mucho tiempo han sido las víctimas de Satanás el Diablo y su terrible organización y que quieren salirse de debajo de su poder y dominio. El cántico, funesto para Satanás, es una melodía de liberación para ellos. Sus palabras vituperadoras proclaman un desafío y denotan una victoria sobre el que por mucho tiempo ha sido opresor. Los cantores del cántico no podrían cantarlo ellos mismos con tanto ánimo y convicción en medio de la organización mundial de Satanás a menos que el divino Compositor del cántico primero les diera la victoria contra el opresor y liberación de su poder. Los que quieren experimentar una victoria y liberación parecida ahora tienen que creer el cántico y ponerse de parte del Compositor y sus cantores en desafío del opresor vituperado.

2. ¿Por qué tiene que cantarse ahora el cántico?

2 Los que cantan el cántico y que tienen el ánimo de hacerlo son pocos. La mayor parte de la humanidad gime y se queja bajo la serie de dolores que Satanás el Diablo trae sobre la tierra y sobre el mar. Grandes números de personas se mofan incrédulamente de la idea de que exista tal personaje como Satanás el Diablo. De esta manera se ciegan estúpidamente al que verdaderamente es responsable por sus dificultades. De modo que no pueden averiguar cómo soltarse de sus garras. Pero Jehová Dios considera seriamente al Diablo, y su Palabra escrita expone a ese inicuo para nosotros. No solamente eso, sino que también nos revela la ambición que el Diablo siempre ha tratado de realizar. Lo mejor es que nos asegura que su carrera terrible ya se ha acercado a su fin. El cántico vituperador se especializa en esto. Debido a su naturaleza profética tiene que cantarse a voz en cuello para que lo oigan los diablos y los hombres. La profecía misma predijo que se cantaría cuando Jehová hubiera logrado una gran liberación para su pueblo y cuando se hubiera conseguido gran cantidad de libertad para ellos de la organización mundial de Satanás. ¡La liberación ha llegado! Los testigos de Jehová pueden testificar respecto a eso. ¡De modo que adelante con el cántico en crescendo continuo, para que más y más personas oigan el mensaje que habla de la liberación más llena y más completa tan cerca para todos los hombres de buena voluntad! Para que cantemos el cántico con mejor entendimiento, consideremos sus palabras conforme nos fueron escritas en la profecía de Jehová mediante Isaías, capítulo catorce.

3. ¿Qué gran organización destruye Dios, y por qué motivo principalmente?

3 El capítulo anterior fué considerado en La Atalaya del 15 de febrero de 1950. Predijo la destrucción de la antigua potencia mundial, Babilonia, y la destrucción de la Babilonia antitípica de los tiempos modernos, la organización mundial del Diablo. El Dios Todopoderoso, que destruye a esa organización inicua, dice por qué efectúa esto. Es porque su nombre está implicado, y el pueblo que es llamado de su nombre y que está dedicado a su adoración está implicado también. Durante muchos siglos antes de la tal llamada “era cristiana” el pueblo de su nombre fué las doce tribus que descendieron de Jacob. La Biblia los llamó, no “jacobitas”, sino “israelitas”, porque Dios cambió el nombre de su antepasado a “Israel”. Sin embargo, en la profecía la Biblia muchas veces habla de la nación entera bajo ambos nombres de su antepasado, a veces como Jacob y a veces como Israel, ambos nombres teniendo significado paralelo.

4. ¿Qué ciudad antigua santificó él, y cómo?

4 En armonía con las promesas de su pacto que Jehová hizo a los fieles antepasados de la nación, Abrahán, Isaac y Jacob, Jehová Dios misericordiosamente la escogió como pueblo suyo, para ser llamado de su santo nombre. En cumplimiento adicional de su pacto con sus antepasados, les dió a los israelitas la Tierra Prometida, Palestina, y estableció el centro de su adoración allí en el templo en Jerusalén. El monte real en la ciudad era el monte de Sión, donde estaba el palacio del rey, de modo que la ciudad también se llamaba “Sión” o el “monte de Sión”. El rey de la tribu de Judá no era más que un representante visible del verdadero Rey de Israel Jehová Dios. Por eso la ciudad se llamaba la “ciudad del gran Rey”, refiriéndose a su gran Gobernante invisible Jehová. Su templo de adoración santificaba y hermoseaba la ciudad. Su adoración pura y santa la glorificaba y la hacía un gozo para todos aquellos en la tierra que adoraban al Dios verdadero y vivo. De modo que con gran arrobamiento los hijos levíticos de Coré cantaban en el templo estas palabras: “Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado, en la ciudad de nuestro Dios, en su santo monte. De hermosa perspectiva, el gozo de toda la tierra es el Monte de Sión a los lados del norte, la ciudad del gran Rey. En sus palacios Dios es conocido como refugio.” (Sal. 48:1-3) De modo que el nombre de Jehová estaba sobre esta nación.

5. ¿Cómo estableció Satanás una ciudad y una adoración rival?

5 Satanás el Diablo envidiaba la fama de Jehová en conexión con Jerusalén. Como rival de Jerusalén con su adoración divina Satanás edificó la ciudad de Babilonia en potencia mundial y la hizo la gloria de los reinos gentiles de los tiempos antiguos. Allí organizó él la adoración de sí mismo como dios bajo el nombre de “Merodac”. Tal como el rey de Jerusalén tenía que ser el patrón de la adoración de Jehová, asimismo el opositor de Jehová hizo al rey pagano de Babilonia el patrón principal de la adoración de Satanás el Diablo. Esto fué verdad sobre todo respecto a Nabucodonosor, que llevó a Babilonia al ápice de su dominación mundial. Su nombre largo quería decir “Nebo es el protector contra la desgracia”. Aunque este gran conquistador llevaba el nombre del dios inferior Nebo, sin embargo hizo a Merodac casi exclusivamente el objeto de su adoración religiosa. Hablaba y escribía acerca de Merodac como “su señor (Bel)”, “su gran señor,” “el gozo de su corazón,” “el gran señor que lo ha designado para el imperio del mundo, y ha confiado a su cuidado la gente extensa de la tierra.” Aunque hasta cierto grado reconocía las otras deidades de Babilonia Nabucodonosor insistía en que su imperio en verdad era la monarquía de Bel-Merodac. Por esto se dirigía a él como “el jefe supremo de los dioses” “el más antiguo,” “el rey de los cielos y de la tierra,” y consideraba a Jehová de los israelitas como nada más que un dios extranjero inferior. De esta manera el rey de Babilonia adoraba al gran rival de Jehová, a saber, a Satanás el Diablo. Servía al Diablo y era su representante principal en la tierra. La manera que el Diablo lo hizo manifiesta que el Diablo codiciaba ambiciosamente la dominación mundial en oposición desafiadora al verdadero Dios vivo. Aptamente la Palabra de Dios usa al rey de Babilonia como símbolo del Diablo mismo. Bajo cubierta de este símbolo Dios dirige contra el Diablo el cántico vituperador y otras profecías.

EL TIEMPO Y LAS CIRCUNSTANCIAS CONCOMITANTES PARA EL CÁNTICO

6, 7. ¿Cómo tuvo Dios misericordia de Israel y lo puso en su tierra?

6 Fué para servir la elevada ambición del Diablo que Nabucodonosor destruyó a Jerusalén en 607 a. de J.C. y se llevó a la mayor parte de los judíos sobrevivientes a sitios en Babilonia hacia el norte. Nabucodonosor dió el crédito para esta extensión del imperio babilónico a su dios Satanás el Diablo bajo el nombre de Merodac. Pero en realidad Jehová Dios fué quien dejó que el siervo del Diablo hiciera esta obra blasfema. No sólo dejó que el Diablo revelara su ambición egoísta contra Jehová, sino que también le manifestó a su pueblo escogido los resultados tristes que vienen de abandonar la adoración y el servicio del Dios vivo y verdadero. La jactancia soberbia del rey de Babilonia de que Satanás el Diablo alias Bel-Merodac le había dado el imperio del mundo resultó ser pretensión falsa cuando Jehová Dios usó a los medos y persas para vencer el imperio babilónico y restaurar a Su pueblo cautivo al monte de Sión en la Tierra Prometida. Esta liberación de su pueblo de la parte dominante de la organización visible del Diablo fué milagrosa. Dos siglos antes de que aconteciera eso, Isaías, profeta de Jehová, se refirió a ello en las siguientes palabras:

7 “Porque se apiadará Jehová de Jacob, y escogerá otra vez a Israel; y los hará descansar en su misma tierra: y el extranjero será unido con ellos; pues que los tales serán adjuntos a la casa de Jacob. Porque los pueblos los tomarán y los traerán a su propio lugar; y los poseerá la casa de Jacob en la tierra de Jehová, por siervos y por siervas. Así tomarán cautivos a aquellos que los cautivaron a ellos, y tendrán el dominio de sus opresores.”—Isa. 14:1, 2.

8. ¿Cómo surgió el Israel espiritual y cómo vino a necesitar tal misericordia?

8 Pero ¿en quiénes y cómo tiene su cumplimiento final y completo esta profecía? ¿Cómo puede decirse que su cumplimiento desde 1914 d. de J.C. proporciona las circunstancias concomitantes para el cantar del cántico vituperador ahora mismo? De esta manera: Jehová tenía un pueblo que llevaba su nombre en los tiempos antiguos, los israelitas naturales, y ellos tenían la obligación de ser Sus testigos. En el primer siglo de la era cristiana Jehová envió al Mesías que hacía tanto tiempo que había sido prometido en la persona de Jesucristo, el legítimo heredero del rey David de Jerusalén. Dios ungió a Jesús con su espíritu santo. También ungió a los seguidores de Jesús que lo apoyaron como el Mesías, y a estos cristianos ungidos Jehová los aceptó como Israel cristiano, Israel espiritual. Al mismo tiempo desde entonces en adelante ya no reconoció al Israel natural como el pueblo de su nombre. En estos años desde 1914 no hay más que un pequeño resto de tales israelitas espirituales en la tierra, y ellos lealmente tratan de llevar a cabo su obligación como testigos de Jehová. Pero una interrupción seria a su obra de testimonio aconteció durante los años de la Primera Guerra Mundial, desde 1914 hasta 1918. La historia moderna manifiesta que entonces estos israelitas espirituales entraron en cautiverio a la gran Babilonia antitípica, la organización mundial de Satanás, no voluntariamente, sino bajo las pesadas premuras, los temores, y el entendimiento confuso de aquellos años. Las potestades religiosas, políticas y militares de este mundo malignamente los refrenaron mucho. Estorbaron y limitaron sus actividades de publicar el nombre y el reino de Dios y su adoración de él conforme a su conciencia. Así fueron desalojados, siendo apartados a la fuerza del lugar de servicio que Jehová les había dado y siendo alejados de su adoración y servicio bajo la organización hostil de este mundo.

9. ¿A quiénes poseen ahora como siervos y también como cautivos?

9 Pero ¡miren a los testigos de Jehová hoy en día! Él ha de haber tenido misericordia del Israel espiritual, Jacob espiritual, porque desde el fin de la Primera Guerra Mundial en noviembre de 1918, este resto ungido le sirve libre, denodada y públicamente por todo el mundo. Otra vez están “en su misma tierra”, “en la tierra de Jehová,” pues otra vez están organizados como pueblo suyo, con más fuerza que en cualquier tiempo anterior. Otra vez están activos en el servicio como testigos y adoradores de él. Y el número de “extranjeros” de, buena voluntad que vienen a esta organización teocrática y que se asocian con ella como la organización aprobada de Jehová aumenta por miles anualmente en toda la tierra. Éstos ayudan al pequeño resto de israelitas espirituales en su obra educativa y se ponen a la disposición de la organización teocrática bajo Cristo Jesús la Cabeza espiritual. De esa manera la “casa de Jacob” o el Israel espiritual posee esta gente servicial en la tierra de Jehová como siervos y siervas. Anteriormente muchos de éstos pertenecían a naciones que cautivaron al resto del Israel espiritual durante la Primera Guerra Mundial. Pero ahora las condiciones son exactamente lo contrario. Los que en un tiempo fueron apresadores del resto en esta organización babilónica mundial se han rendido al Rey Cristo Jesús. Así han llegado a ser cautivos de él y de su organización de Israel espiritual. Ya no oprimen al resto espiritual, sino que con gusto se someten al régimen teocrático de Jesucristo, llegando a ser las “otras ovejas” de él como su Buen Pastor.—Juan 10:16.

10, 11. ¿De qué cosa les ha dado descanso Dios? ¿En comparación con qué cosa?

10 Las siguientes palabras de Isaías se dirigen a este resto del Israel espiritual, restaurado a su lugar adecuado en la “tierra de Jehová” desde 1918. De esta manera sabemos quiénes son los que reciben el mandato de entonar el cántico vituperador contra Satanás, “el dios de este siglo,” el rey de Babilonia antitípica. Las palabras proféticas de mandato dicen: “Y acontecerá en el día que te haga descansar Jehová de tu tristeza, y de tus dificultades, y de la servidumbre dura con que te han hecho servir, que entonarás esta parábola contra el rey de Babilonia, y dirás, ¡Cómo ha cesado el opresor! ¡la ciudad de oro ha cesado!” (Isa. 14:3, 4, Ver. Norm. Am. [en inglés]) La mención que hace Jehová de tristeza, dificultades, y servidumbre dura se refiere a la agonía, dolor, disturbio y esclavitud que los israelitas espirituales tuvieron que aguantar mientras estuvieron privados de su servicio libre y gozoso y mientras eran refrenados cruelmente bajo el látigo del temor por las potestades oficiales de la organización mundial de Satanás.

11 Lea los números de The Wátchtower sobre todo desde el fin de 1916 hasta la primavera de 1919 para conseguir información incidental sobre este triste período del Israel espiritual. ¡Qué bien fué prefigurado esto por la desolación de setenta años de Jerusalén antigua y el cautiverio triste del Israel natural en Babilonia! Pero ahora la situación es completamente lo contrario, tanto como cuando Babilonia antigua fué derribada de su trono de dominación mundial por los aliados, el rey Darío medo y el rey Ciro persa, en 539 a. de J.C., y luego el fiel resto de Israel fué restaurado a Palestina dos años más tarde por el rey Ciro. De modo que Jehová ha dado alivio de la condición reciente de opresión y cautiverio de sus testigos ungidos, los israelitas espirituales.

12. ¿Por qué cantamos ya, “¡Cómo ha cesado el opresor!”?

12 Pero ¿cómo puede ser esto? El terrible rey de Babilonia antitípica, Satanás el Diablo, aun vive. Este opresor sin corazón todavía no ha cesado. Por dondequiera se ven en la tierra sus actividades. Todavía funciona su organización, esa “ciudad de oro”, o, como la llaman algunos traductores del hebreo, “la exactora de oro,” “la que busca oro.” (Léeser [en inglés]; Fenton [en inglés]; en Isaías 14:4) ¿Cómo, pues, pueden entonar la “parábola” o “cántico vituperador” los testigos de Jehová diciendo que el opresor tirano ha cesado y que la organización mundial que codicia el dinero ha cesado con él? Es porque estamos a principios del cumplimiento completo de estas cosas y desde 1914 mucho se ha logrado ya con ese fin. La guerra mundial que comenzó ese año fué seguida inmediatamente por el hambre, la peste, los terremotos, la persecución y cautiverio de los testigos de Jehová, y el continuo dolor y angustia y temor de las naciones. Esta fué una evidencia visible de que los “siete tiempos” de la dominación gentil había terminado y que el reino de Dios había nacido en los cielos. Estos “siete tiempos” ininterrumpidos de dominio gentil de la tierra comenzaron al tiempo que Babilonia desoló a Jerusalén y Judea en 607 a. de J.C. y terminaron con el nacimiento del reino de Dios en 1914 d. de J.C. Entonces el Soberano Universal Jehová Dios tomó su gran poder para reinar y puso a su Hijo Jesucristo como legítimo Rey de la tierra en el monte de Sión celestial. Mediante este golpe el Dios Todopoderoso estableció su organización capital para el gobierno del nuevo mundo de justicia. El nacimiento de este reino se representa en el Apocalipsis 12:1-5.

13. ¿Cuándo y por qué hubo “guerra en el cielo”? ¿Con qué resultado?

13 Dos mil quinientos veinte años antes de eso se permitió que Nabucodonosor destronara al rey Sedequías y destruyera la ciudad capital de Jerusalén. Pero en 1914 el Diablo, el rey de Babilonia Mayor, estuvo impotente para evitar la entronización del Rey de Jehová en el trono celestial y el establecimiento de la nueva organización capital del universo. Hasta entonces se había permitido que el Diablo y sus ángeles demoníacos entraran en aquellos cielos superiores, pero no pudieron evitar la entronización del Gobernante del nuevo mundo ni tragarse su gobierno recién comenzado. ¡Tanto que se habla de la Primera Guerra Mundial en la tierra de 1914 a 1918! Pues, también hubo “guerra en el cielo” al mismo tiempo, entre el recién nacido Reino y la organización invisible del Diablo. El Reino, apoyado por el Dios Todopoderoso, ganó. El opositor, el rey de Babilonia Mayor, perdió. Él y sus huestes demoníacas invisibles fueron obligadas a descender a la tierra donde él había comenzado su rebelión contra Dios y se había hecho Satanás el Diablo. No se hallará más lugar en la santa expansión del cielo para el opresor inicuo y sus ángeles. También llega el tiempo cuando no se hallará más lugar para él y su turba en la tierra. La liberación de los testigos de Jehová en 1919 para sus actividades de testificar arguye que entonces, a más tardar, ya se había llevado a cabo la expulsión de Satanás y de sus ángeles del cielo y su limitación a la tierra. El proceso que comenzó allí con el fin de hacer cesar al opresor Satanás y su ciudad codiciosa de oro no se detendrá hasta que ambos yazcan silenciosos y quietos en la destrucción después de la batalla del Armagedón.

¿HAN COMENZADO A CANTAR?

14. ¿Cómo ha cesado para los testigos de Jehová la “ciudad de oro”?

14 Pero, ¿han tenido el ánimo los del resto restaurado de los testigos de Jehová de entonar el cántico vituperador contra el rey de la Babilonia Mayor? ¿Han reconocido su libertad de cantarlo? ¿Han arrostrado la persecución que esto les traería entre la caída “ciudad de oro”? Sí, y mediante este proceder han manifestado hasta qué grado ya ha cesado para con ellos el opresor y la ciudad de oro. Ya no se confiesan ser cautivos del rey de la Babilonia Mayor. Denodadamente desempeñan el papel de siervos de Cristo Jesús, Rey de Jehová en el monte de Sión. Ya no se rigen por la pretensión babilónica de que la “ciudad de oro” es las “potestades superiores” ordenadas por Dios y a las cuales toda alma cristiana tiene que sujetarse sin objeción concienzuda. No, sino que ahora públicamente reconocen a Jehová Dios y a su Rey Cristo Jesús como “Las Potestades Superiores” a quienes han de sujetarse. De modo que para ellos la “ciudad de oro” ha dejado de existir como las “potestades superiores”, y se niegan a inclinarse en temor de ella y a llevar a cabo sus mandatos que estén en conflicto con las justas leyes de Dios. (Rom. 13:1-4) Ahora avanzan sin temor para llevar a cabo Sus mandatos, y uno de ellos es el de predicar “el día de la venganza de nuestro Dios”. (Isa. 61:2) Esa venganza es contra el rey de la Babilonia Mayor y toda su organización inicua. Se ejecutará de lleno en la batalla del Armagedón. En el año de 1925 el texto en el Apocalipsis, capítulo doce, fué abierto para el entendimiento de ellos y les reveló que el Reino nació en 1914 d. de J.C. y que Satanás y sus huestes demoníacas inmediatamente después de eso fueron expulsados mediante la “guerra en el cielo” y fueron arrojados a la tierra. (Véase The Wátchtower del 1 de marzo de 1925, bajo el encabezamiento de “Nacimiento de la Nación”.) En seguida los testigos de Jehová publicaron esas nuevas a todas las naciones.

15, 16. ¿Qué cosas en 1928 y 1929 prueban que comenzaron a entonar el cántico vituperador?

15 Tres años más tarde, en 1928, ellos hicieron una declaración directa contra el opresor inicuo y su “ciudad de oro”. Esto comenzó en Detroit, Míchigan, E. U. A., donde 12,000 se congregaron en convención en el gran Coliseum del 30 de julio al 6 de agosto, inclusive. El domingo, 5 de agosto de 1928, ante ese gran auditorio visible, y también mediante una red de más de 100 radiodifusoras a un auditorio invisible aún más grande, el que entonces era presidente de la Watch Tówer Bible and Tract Socíety pronunció un discurso público sobre el tema “Gobernante para la gente”. Pero antes de comenzar este discurso el presidente de la Watch Tówer le leyó a su auditorio una resolución titulada “Declaración en contra de Satanás y a favor de Jehová”. Propuso que se aceptara esta resolución y luego pronunció su discurso en explicación y apoyo de ella. Terminado el discurso, la resolución fué aceptada unánimemente por la convención. Puntualmente cinco millones de ejemplares del discurso y de la Declaración contra Satanás y a favor de Jehová fueron impresos en inglés, además de muchos millones de ejemplares en otros idiomas. Todos éstos se distribuyeron gratis dentro y fuera de la cristiandad por los testigos de Jehová. Debido al contenido vital de esa Declaración y como una de las pruebas indisputables de que su resto restaurado lo ha obedecido a él al entonar el cántico vituperador contra el rey de la Babilonia Mayor, publicamos esta Declaración en la nota al pie de la página.a

16 Poco más de un año después, en los números de La Atalaya de octubre y de noviembre de 1929, una declaración adicional de independencia de Satanás fué publicada en un artículo de dos partes titulado “Las Potestades Superiores”, negando que su organización visible las constituya y probando con las Escrituras que Jehová Dios y su Rey reinante Jesucristo en verdad las constituyen.

17, 18. ¿A quién ha regido Satanás? ¿Cómo, y con persecución de quiénes?

17 Viendo lo que ya ha venido sobre Satanás y su organización y lo que al fin ha de venir, la “parábola” o símil procede de una manera vituperadora: “¡Cómo ha cesado el opresor! ¡la ciudad de oro ha cesado! Jehová ha quebrado la vara de los inicuos, el cetro de los gobernantes; el cual hería los pueblos en ira con golpe continuo, que regía las naciones en saña, con una persecución que nadie refrenaba. Toda la tierra descansa, y está en quietud: prorrumpen en cánticos. Aun los abetos se regocijan a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo, Desde que tú falleciste, ningún cortador sube contra nosotros.”—Isa. 14:4-8, Ver. Norm. Am. (en inglés).

18 El imperio babilónico se hizo muy extenso en los tiempos antiguos. De modo que esos versículos vituperadores describen aptamente la carrera de su emperador y sus funcionarios religiosos, políticos, comerciales y militares. Pero describen de una manera completamente global el proceder duro y avariento de Satanás y su sistema opresivo durante estos miles de años. Su proceder sobre todo desde la “guerra en el cielo” y su expulsión a la tierra sólo corrobora adicionalmente la exactitud de la profecía. Todas las naciones y pueblos, antiguos y modernos, han sentido la carga abrumadora y el dominio bestial del tirano “dios de este siglo” y su organización visible e invisible de iniquidad. Más que cualesquier otros los testigos de Jehová han sentido la persecución siempre desenfrenada pero que se ha intensificado en estos postreros días. Hasta el día de hoy no ha cesado ni disminuído. Para la humanidad que gime no habría vía de escape de ella si no fuera por el Dios vivo y verdadero, Jehová, que ya ha manifestado su poder completo sobre Satanás y su organización echándolos fuera del cielo a él y a sus demonios.

19. ¿Cómo les ha ido a los “árboles de justicia”? ¿Cómo les irá?

19 Toda la tierra todavía no está en quietud ni descansa de los que perturban la paz. Todavía no prorrumpen irreprensiblemente en cánticos de alabanzas al Creador y su “Príncipe de Paz” todos los que tienen permiso de habitarla. Satanás todavía se porta hacia los mejores ejemplares de la humanidad como se portó el antiguo rey de Babilonia que se apoderó de las regiones del monte del Líbano y protervamente cortó sus magníficos abetos, cipreses y cedros para sus obras de construcción en Babilonia. Satanás ha logrado cortar a muchos que eran “árboles de justicia” en la pura organización de Jehová Dios y los ha trasladado de su lugar adecuado allí para adornar la organización del Diablo y para servir sus propósitos soberbios. (Isa. 37:24; 61:3) Pero el Armagedón hará que fallezca mediante los golpes del hacha de armas de Jehová, Cristo Jesús el Ciro Mayor. Entonces, durante el reino milenario de Cristo que viene después de eso, todos los que traten de crecer como árboles de justicia en el nuevo mundo no serán atacados por Satanás el Diablo y sus inicuos cortadores antes de que hayan llegado a la altura cabal de la perfección. (Jer. 51:20-24) Todos los que aman la justicia entonces cantarán en desahogo.

[Notas]

a DECLARACIÓN EN CONTRA DE SATANÁS Y A FAVOR DE JEHOVÁ

Los Estudiantes de la Biblia reunidos en convención internacional, declaran que están opuestos a Satanás y por completo de parte de Jehová de los ejércitos y anuncian enfáticamente las siguientes verdades importantes, a saber:

Primero: Que los pueblos de la tierra organizados en formas de gobiernos y bajo el control de un gobernante superior e invisible constituyen el mundo;

Segundo: Que Jehová es el único verdadero y Todopoderoso Dios, la fuente de toda legítima autoridad; que él es el Rey Eterno, el Dios de justicia, sabiduría, amor y poder y el verdadero amigo y benefactor de toda la creación;

Tercero: Que Jehová delegó a su hijo Lucifer la autoridad de ser el guía y director del hombre; que Lucifer fué desleal y se rebeló en contra de Dios motivando la caída del hombre lejos de la justicia, y que desde la rebelión Lucifer ha sido conocido con los títulos de Dragón, Serpiente, Satanás y Diablo; que Satanás, el Diablo, ha motivado contiendas entre las naciones y es el responsable de todas las crueles guerras, asesinatos y crímenes y demás actos de iniquidad que se han cometido; que hasta ahora Dios no ha restringido a Satanás en el ejercicio de su poder e influencia sobre el hombre con el fin de que la humanidad pueda apercibirse de los funestos resultados del mal hacer; que por siglos Satanás ha sido el invisible gobernante del mundo, difamando constantemente el nombre de Jehová Dios y causando mucho mal a los hombres y a las naciones;

Cuarto: Que Jehová prometió que a su debido tiempo Él restringiría a Satanás y establecería un gobierno de justicia en la tierra para que los hombres tengan la oportunidad de alcanzar la vida eterna y la felicidad; y que con este fin Él ungió a su amado Hijo Jesús para que fuera el redentor e invisible gobernante del mundo;

Quinto: Que ha llegado el debido tiempo para que Jehová cumpla su promesa y para que su reputación y nombre sean vindicados en la mente de la gente; que Cristo Jesús ha tomado su alto puesto como el agente ejecutivo de Jehová y que ahora el gran punto en disputa es: ¿Quién es Dios y quién ha de gobernar a los pueblos y a las naciones?

Sexto: Que a causa de que Satanás no quiere ceder su inicuo gobierno sobre las naciones y pueblos de la tierra, Jehová de los ejércitos y su ungido agente ejecutivo, Cristo Jesús, atacarán de cerca a Satanás y a todas sus fuerzas del mal, y de ahora en adelante nuestro grito de batalla será LA ESPADA DE JEHOVÁ Y DE SU UNGIDO; que la gran batalla del Armagedón que está próxima a comenzar resultará en refrenar por completo a Satanás y en derrocar cabalmente a su inicua organización, y que Jehová establecerá justicia en la tierra por medio de Cristo, el nuevo gobernante, y emancipará a la humanidad del mal y dispensará bendiciones eternas sobre todas las naciones de la tierra;

Séptimo: Que, por lo tanto, el debido tiempo ha llegado para que todos los que aman la justicia se pongan de parte de Jehová y le obedezcan y sirvan con un corazón puro para que reciban las innumerables bendiciones que el Todopoderoso Dios tiene para ellos.

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